Sonntag, 27. Dezember 2009

MGALD: The Revenge of the Uruk-Ñú (parte 2)

Hola a todos los mascachapas lectores de este mugriento y apestoso blog. Hoy es un día de resaca. Ayer estuve metiéndome copazos de ron con el Richal y acabé un poco perjudicado. Por supuesto en la vuelta a casa me dormí de nuevo en el transporte público y se me pasó mi parada, cuya consecuencia final fue un pequeño paseo de media hora hasta que logré llegar a mi morada. Nada fuera de lo normal teniendo en cuenta mi total habituación a estas situaciones. Y dado que ahora poseo mucho tiempo libre (infundiéndome este hecho una felicidad absoluta) voy a continuar el espeluznante relato de MGALD. Activad por favor todos vuestros sentidos, porque esto continúa ahora:

Muy bien, la situación era la siguiente: yo, dos espantosas Uruk-Ñús y un solo despacho. Yo estaba maldiciendo al destino por darme tal condena. Pero Ultra-Yan es más poderoso que cualquier elemento ya sea terráqueo o intergaláctico. Nunca se da por vencido y ante la adversidad se crece de forma totalmente exponencial. Así que comencé a prepararme ocularmente para acostumbrarme a ver seres monstruosos y aberrantes de forma diaria, de modo que su disforme y horrendo aspecto no me pudiera amedrentar en un eventual combate.

Con el paso de los días los Uruk-Ñús comenzaron a interactuar. Por supuesto, el tema de conversación era siempre la manutención: gofres, bollos, pasteles, sirope de chocolate, lasaña, leberkäse (comida mítica bávara abajo en la foto expuesta), y un largo etcétera de alimentos siempre y cuando posean un contenido calórico descomunal.


Sin embargo, a pesar de que La Mega-Delineante estaba evolutivamente mejor preparada para el combate (gracias a su aspecto físico digievolucionado aún más aterrador), su comportamiento era más bien distinto: no hacía más que comer. Y es que no paraba de comer, comía a todas horas. De hecho no hacía pausa para la comida, ¿para qué iba a parar? si ya estaba comiendo de forma continuada.

Yo veía con total asombro su capacidad de ingestión. Era algo brutal, debía tener un estómago del tamaño de Júpiter. Y su sistema digestivo tendría que ser megapotente, con unos jugos gástricos capaces de digerir hasta lingotes de praseodimio. De hecho, observando a las Uruk-Ñús, comencé a estudiar un posible ataque uruk-ñuíno al cual catalogué como "El Vómito Destructor". Éste consistiría en lo siguiente:

- El primer paso es ingerir todo tipo de alimentos mezclados con heces de animales, metales pesados y residuos radiactivos. Esta etapa tiene una duración variada (puede tardar entre unos minutos y varias horas), dependiendo de la potencia del vómito que se quiera conseguir.

- El segundo paso consiste en beber varios litros de lejía, aguarrás y sosa cáustica. Los porcentajes de la mezcla también son variables, según requiera la situación de combate. Una variante de este ataque es mezclarlo a su vez con queroseno ó, en su defecto, Gasolina Super 97 Octanos, para obtener un efecto lanzallamas.

- El tercer paso es dejar reposar las sustancias ingeridas durante breves instantes haciendo a su vez un ligero movimiento de vaivén con la panza (similar a los movimientos que haría una niña jugando con un hula-hoop). De esta forma la mezcla va ligando en el estómago formando una sustancia corrosiva y altamente tóxica.

- El cuarto y último paso consistiría en la ingestión de 37 litros de Coca-Cola e inmediatamente después 16 paquetes de Mentos. Tras esto la Uruk-Ñú apuntaría al objetivo y en breves segundos lanzaría "El Vómito Destructor". En el caso de que la Uruk-Ñú hubiera escogido la variante con queroseno, antes de lanzar "El Vómito Destructor" cogería aire y echaría "El Eructo de la Aniquilación", consistente en vientos fétidos huracanados salidos de sus fauces a más de 179 km/s que, en combinación con una chispa, generarían el (ya expuesto anteriormente) efecto lanzallamas.

"El Vómito Destructor" tiene un alcance de más de 98 m. Éste es proyectado con un caudal de 230 m3/s y una virulencia tan brutal que es capaz de reventar tanques de guerra o cualquier tipo de puerta blindada. Además, gracias a la mezcla corrosiva del que se compone disuelve y liquida todo lo que se encuentra a su paso. Y, aparte de todo esto, después de destruir al objetivo deja un nauseabundo rastro de pestilencia e insalubridad quedando la zona infectada de residuos urukñuínos, imposibilitando la llegada de refuerzos militares e incluso la repoblación vital durante años del sector.

La situación estaba siendo crítica. Había dos hambrientas Uruk-Ñús en mi despacho que no paraban de zampar, generando vómito para lo que sería la batalla del siglo. Era necesario un plan, y para ello mi cerebro se puso en marcha. Mientras estas primitivas criaturas usaban técnicas de combate rudimentarias yo, experto en el arte de la guerra y ya curtido en mil y una batallas, usaba mi infinitamente superior inteligencia para lograr la victoria. ¿Quién de ambos vencerá? ¿La fuerza bruta o poder del intelecto? ¡¡¡En el próximo capítulo se desvelará!!!

Continuará...

Muy bien queridos contertulianos, como habréis comprobado al final se me ha pirado de nuevo la pinza y no he escrito más que absurdeces y polladas sin avanzar en lo que es la historia. Pero no os preocupéis porque en los próximos días le meteré un poco de caña al asunto para que el relato vaya un poco más rápido. Sólo os pido un poco de paciencia y sobre todo mucha atención porque cualquier día puede caer otra nueva entrada. Me despido de todos ustedes por hoy. Servus.

Donnerstag, 24. Dezember 2009

Resumen de un mes de diciembre bastante movidito

Hola a todos los bastardos sin honor que leen este apestoso y putrefacto blog. Hoy vuelvo de nuevo a la carga con sacos repletos de mierda para deleite de vuestros sentidos. Como habréis comprobado, hace aproximadamente como un mes que no escribo. Ello ha sido debido al incremento (una vez más) de presión laboral ejercido desde mi trabajo, creando un estado de estrés constante que ha ido 'in crescendo' a lo largo de las semanas, finalizando el último día con un apoteósico cierre en el cual estuve a punto de vomitar el páncreas. Afortunadamente, gracias a mi abultada experiencia en librar cruentas batallas sin fin, he logrado sobrevivir ante tal hecatombe laboral.

Y bueno, no hace falta deciros que estamos a punto de entrar en este periodo festivo llamado Navidad, en el cual la gente entra en un círculo de excitación continuada creado de forma artificial no por la Navidad en sí, sino más bien por la paga de Navidad que reciben de sus respectivas empresas/restaurantes/centros de salud/tiendas de souvenirs/clubes de alterne y/o similares.

Y es por la Navidad por el cual yo también he vuelto a Madrid, a sentir de nuevo la música angelical del tráfico rodado, la calidez de la gente en el transporte público, la exquisita educación que te brindan en cualquier lado y, por supuesto, la enorme diligencia y profesionalidad del personal de mantenimiento del aeropuerto de Barajas. Por ejemplo, caen 3 copitos de mierda y los malditos inútiles son incapaces de limpiar las putas pistas del aeródromo madrileño, aún teniendo la mayor flota de quitanieves de todo el continente. La cuestión no es el tener herramientas eficaces que solucionen los problemas, sino el saber utilizarlas de forma eficiente. Y gracias a esta extraordinaria demostración de valía, mi vuelo se retrasó 3 horas. Menos mal que el excepcional Tomás (grandioso personaje Muniqués con el cual casualmente coincidí en el vuelo) posee privilegios aeroportuarios gracias a los cuales pudimos disfrutar de la sala VIP donde, a pesar de la carencia de mujeres voluptuosas en bikini, se hizo menos pesada la espera.

También es de destacar la inesperada visita de Román, el etsiiano más jugón de todos los tiempos, el cual se quedó casi un mes en tierras muniquesas para comenzar su andadura con el idioma alemán. Grandes fiestas nos hemos pegado y estoy seguro de que en un futuro muy próximo nos esperarán aún más grandes fiestas.

Y creo que esto es todo por ahora. Imagino que futuras entradas caerán rápidamente en los próximos días, dado que estoy de vacaciones y no tengo nada mejor que hacer... bueno, salvo ponerme ciego a comer de todo. Voy a zampar de forma escandalosa, a un ritmo casi comparable al nivel de las Uruk-Ñús. Y hablando de engendros infernales, no os preocupéis porque pronto retomaré el relato de MGALD para deleite de vuestras mentes. Simplemente estad atentos, porque el blog vuelve a estar activo. Que disfrutéis de esta festividad judeo-cristiana. Servus.

Sonntag, 22. November 2009

MGALD: The Revenge of the Uruk-Ñú (parte 1)

Hola malditos sobaescrotos arrugados. Hoy vuelvo a la carga para comenzar la 2ª (y ansiada) temporada de Mi Gran Amiga la Delineante. Como habréis visto, me he unido a la moda de usar siglas para todo: WTF, OMG, QVMT, PETMSIIEMIIQ, VW ó ZP (Zapatero o zampapollas según cómo se mire). De ahí MGALD: Mis Grandes Amigas las Delineantes, plural porque, según recordaréis, ya no es UNA sino DOS los engendros que tenemos en la oficina. Para refrescaros la memoria voy a hacer un breve resumen de lo que aconteció en el último capítulo de la 1ª temporada:

Previously on MGALD...

...De repente un día el jefe entró a nuestro despacho y simplemente nos soltó: "mañana viene una nueva delineante y va a instalarse en este despacho"... Esta vez no lo dudé un instante: La nueva delineante iba a ser otro engendro, estaba segurísimo... De todas formas intenté pensar en positivo: al fin y al cabo, era imposible que llegase alguien más repugnante que La Delineante... Entré como siempre directo a mi despacho y cuando crucé el arco de mi puerta mi visión fue perturbada a mi derecha por algo de dimensiones jamás imaginables... Y me giré ya sabiendo que lo que me esperaba no era una Uruk-Ñú normal sino algo más destructivo y poderoso... La imagen que traspasó mi retina estuvo a punto de provocar el estallido de los globos oculares... Era una Uruk-Ñú digievolucionada en los laboratorios clandestinos de Sauron, modificada genéticamente creando una nueva especie más voraz y destructiva, ideada para el combate a campo abierto y a priori indestructible: era La MEGA-DELINEANTE.

Y la 2ª temporada comienza ahora:

Me quedé durante un momento paralizado. Aquella criatura era inmensa. Estaba sentada en su asiento, delante de un portátil que parecía minúsculo en comparación con su cuerpo. No lograba imaginar el descomunal esfuerzo de compresión al que estaban sometidas las patas de la silla. El suelo de alrededor se estaba hundiendo del gigantesco peso de la Uruk-Ñú. Podía escuchar cómo las vigas del edificio estaban crujiendo, cualquier movimiento en falso podría desencadenar el derrumbe de la planta entera. Es por ello por el cual decidí ser cauto: me acerqué a una distancia prudencial (unos 5 m) y alcé la mano a modo de saludo. La criatura entonces se percató de mi presencia e intentó devolverme el saludo. Digo "intentó" porque en el breve espacio de tiempo que tardó en girar su cuello para mirarme, volé a la velocidad de la luz hacia el baño a echar el vómito más pestilente y nauseabundo que jamás haya existido en la faz de la Tierra. Su figura era algo tan horrendo que nadie en el mundo hubiera sido capaz de aguantar más de 8 picosegundos delante de este ser. Es horror puro, que va entrando por tus ojos y va destruyéndote por dentro, provocándote sensaciones de brutal asco y repulsión hasta el punto de que sientes que tu sangre se va contaminando de heces.

Ahora estaréis deseosos de saber cómo era este engendro luciferino, a lo cual yo os digo, es simplemente fuera de lo normal. Su complexión física podría decir que es esférica, es decir, es como una especie de balón gigante relleno de sebo hiperconcentrado del cual crecen unas cortas y diminutas extremidades. El perímetro de su cuerpo es inabarcable. Se requeriría una expedición de 90 días para dar la vuelta sobre su figura. Si alguien tuviese el inmenso valor de abrazarla, necesitaría hacer una cadena humana con la población entera del planeta para lograrlo. Su cuerpo posee tanta masa que si hubiese alguna posibilidad de lanzarla al espacio (digo hubiese porque impulsar todo ese peso requeriría un cohete aeroespacial brutal que consumiría tanto combustible que agotaría todas las reservas de petróleo de la Tierra) sería capaz de orbitar alrededor del sol como un planeta más. Además, guarda un cierto parecido físico con el actor estadounidense John Goodman, pudiendo ser incluso hasta su hermana obesa, y eso que John Goodman tampoco se queda corto (Véase imagen abajo).


Aquel día no abrí la boca. Estaba demasiado estupefacto como para decir algo coherente. Simplemente hacía conjeturas sin sentido, como por ejemplo, ¿cuántos años habían tardado los de la fábrica textil en confeccionar los pantalones de La Mega-Delineante? ¿Cuántos metros de tela habrían gastado? ¿Cuántas generaciones de familias habrían trabajado en ello? Y es que sus pantalones eran tan gigantes que para lavarlos imagino que los pasaría por los túneles de lavado de coches, que además incorporan el secado.

Y de repente la puerta se abrió y llegó a la oficina el otro engendro infernal: La Delineante. Cuando cruzó el arco de la puerta inmediatamente se percató de la presencia de La Mega-Delineante. Ambos cruzaron sus miradas y se investigaron mutuamente, como los perros cuando se huelen el culo. Sabían que ambos pertenecían a la misma raza de seres primitivos y abominables, sin embargo el ambiente estaba crispado: había una cierta desconfianza mutua. Pero yo sabía que había algo innato que las unía emocionalmente: su amor por las grasas saturadas. El futuro era incierto y no deparaba nada bueno...

Continuará...

Joder tengo el cuello destrozado. Espero continuar esta historia pronto, aunque no prometo nada. Mañana me largo con mi jefe a la Alemania profunda a visitar un par de proyectos y estaré unos días ausente. Así que dicho esto me despido de todos ustedes por hoy. Servus.

Samstag, 14. November 2009

Viaje a mi casa

Hola a todos malditos zampapitos oxidados. Hoy vuelvo a escribir en el blog porque estoy de buen humor. La verdad es que desconozco la razón, porque me he levantado hecho un asco, con un resaconcio de pelotas, no me he duchado y tengo casi hasta rastas en el pelo. Pero me molo mucho a mí mismo y he salido a la calle con pintas de pordiosero y aparentando apestar a estiércol. Y digo aparentar, porque yo nunca huelo mal, soy absolutamente inodoro (los que me conocen ya saben mis teorías). Y nada, con mi mochila he ido con gran entusiasmo a adquirir alimentos a los comercios aledaños a mi morada.

Además, hoy tenía una cita con mi sucursal bancaria y me lo he pasado por la envoltura testicular. Resulta que un señor me llamó para ofrecerme tarjetas de crédito y quería por todos los medios que acudiese a la sucursal personalmente. Dado que entre semana me es imposible por mi curro, el coleguita me hizo una cita para hoy sábado, es decir, el tío iba a trabajar un día no laborable por mi culpa. La cita era a las 13:00 y yo me he levantado a las 15:00. El señor se habrá cagado en toda mi estirpe.

Pero, ¿por qué se ha levantado Ultra-Yan tan tarde? ¿No ha sido este acto un poco irresponsable sabiendo que hoy tenía una importantérrima cita en el banco? ¿Habrá hecho el señor de la sucursal vudú conmigo? Lo del vudú no lo sé, pero lo de levantarme tarde es sencillo: ayer estuve en una fiestita. No fue nada especial, simplemente cervezas y música. Pero, a mitad de la noche tenía tanto sueño que creo que estuve todo el rato flotando en la pista de baile. De modo que hice una bomba de humo y desaparecí súbitamente como un ninja nocturno.

El asunto es que salí del guateque creo que sobre las 4 de la madrugada preparado para coger el tranvía que me dejaba al lado de mi casa. Pero, no se sabe por qué motivo, cogí el primero que ví sin pensar que quizás no era el mío. Y, cómo no y como suele ser habitual en mí, me senté y me dormí a los 5 nanosegundos. Pasado un tiempo X desconocido, un joven me despertó en un recóndito lugar de Múnich, imagino que en el final de la línea X del tranvía que cogí. De modo que me bajé y, al percatarme de que estaba en medio de la nada y no había ni Peter Petrelli para preguntar, me di una minivuelta y me volví a subir en el mismo tranvía para hacer el mismo recorrido de vuelta (el conductor estaba flipando). Y a pesar de la titánica concentración de esfuerzo que realicé para no dormirme de nuevo, me volví a sobar esta vez a los 2 picosegundos.

De repente, me desperté a los X minutos/horas/loquesea sobresaltado y miré a mi alrededor: no conocía nada. Y decidí bajarme del tranvía inmediatamente, cosa totalmente ilógica, porque me di cuenta de que aún estaba en la periferia de la ciudad, es decir, de haber permanecido en el tranvía hubiera llegado al centro y una vez allí me hubiera cambiado a la línea que me llevaría hasta mi casa.

Y así deambulando en medio de la noche encontré una parada de U-Bahn (metro) y me bajé a coger la línea que fuese, cagándome en todo lo que se meneaba cuando observé que la frecuencia de trenes era 1 cada 94 siglos. Así que decidí dormir de nuevo. Y tras otro tiempo X otro gentil señor con pinta de metaloso me despertó avisándome de que el tren estaba llegando. Así que entramos juntos al vagón y estuvimos charlando brevemente hasta que el tío se bajó en su parada, advirtiéndome de que no me durmiera de nuevo. Qué amable caballero.

Tras un par de paradas, mis ojos se iluminaron: en la siguiente estación podía por fin coger la ansiada línea que me llevaría a mi casa. De modo que decidí levantarme y esperar de pie para no dormirme de nuevo. Y ya me bajé y fui caminando felizmente al andén definitivo. Sin embargo me llevé una desagradable sorpresa al ver que, al igual que antes, la frecuencia de trenes era 1 cada 138 kilomilenios. Pero esta vez no quería dormirme, esta vez era definitivo y había que aguantar, de modo que me puse a dar vueltas por el andén, a darme hostias, a saltar, en fin, a mantenerme activo.

Y así entre saltos y leches, llegó el tren final y absoluto, y me subí casi con lágrimas en los ojos. Por fin iba a llegar a mi casa. Estaba tan contento que la excitación evitaba que me durmiera de nuevo. De modo que por fin me bajé en mi parada y, ya de día, fui caminando hacia mi casa con la mayor alegría del mundo. El sonido de la llave abriendo la puerta, el calorcito de la calefacción, mis blanditas pantuflas, todo era maravilloso. Eran ya las 8 de la mañana cuando me metí en la cama como si hubiera ganado la lotería. Balance final: 4 horas para un trayecto que, de no haber hecho el canelo, hubiera durado 15 min.

Lo peor de todo es que esta historia se repite SIEMPRE al menos una vez al mes, y ya me estoy empezando a acostumbrar. Y colorín colorado esta historia ha finalizado. Os deseo a todos/as cosas bonitas. Servus.

Donnerstag, 5. November 2009

Preguntas acerca de La Delineante: Todo lo que siempre quisiste saber sobre los Uruk-Ñú

Hola malditos comefalos sin honor. Hoy doy por finalizado el plazo para hacer preguntas sobre los Uruk-Ñú y, como lo prometido es deuda, voy a contestar gentilmente a todos los curiosos que habéis tenido el valor de escribirme (y al resto espero que venga Mutombo y os la introduzca por detrás hasta reventaros el intestino grueso). Muy bien, comencemos:

1. ¿En qué consiste básicamente la dieta de una Uruk-Ñú? (formulada por Arturo Javier de todos los Santos Omar Van der Hooydoenk Lee, desde Taungdwingyi, Myanmar):

Los Uruk-Ñú se nutren a base de alimentos con brutal contenido calórico: bollería industrial, gofres, tartas de chocolate, crema de cacahuete, etc. Dado su enorme corpulencia, estos seres requieren un aporte diario bestial energía (principalmente proveniente de grasas saturadas) siendo ésta almacenada en forma de lípidos y así tener combustible suficiente para ejercer sus escasas actividades psicomotrices, es decir, hacer fuerza para cagar, ir a por otro gofre, estrujar el bote de sirope de chocolate, respirar, etc. No existe fraccionamiento de comidas sino que la frecuencia de ingesta es continua, debido a que un parón en el suministro de energía puede suponer la paralización total de sus constantes vitales. Como dato mencionar que para mover un solo brazo de Uruk-Ñú son necesarios 90.000 millones de YJ (Yottajulios), energía suficiente para trasladar la Vía Láctea a otra dimensión.

2. ¿Cómo se aparean los Uruk-Ñú? ¿Cómo se desarrolla la gestación de estos seres? (formulada por Rita Irasema, desde La Roca de la Sierra, Extremadura):

El ritual de apareamiento es increíblemente espeluznante. Para ello, el Uruk-Ñú macho (de un tamaño considerablemente inferior a la hembra) realiza el cortejo mediante una danza similar al "baile del pañuelo" tremendamente ridículo. Cuando la hembra se percata de ello, realiza una micropausa en su ingesta de grasas para soltarle una hostia brutal al macho, el cual sale volando a 37 m de distancia y queda completamente inconciente en el suelo. Una vez hecho esto, la hembra prepara provisiones alimenticias para recorrer esa distancia y, tras 4 días de peregrinación, consigue llegar hasta él.

A diferencia de los mamíferos, los Uruk-Ñú son un eslabón perdido entre los anfibios y las aves, de modo que no poseen aparatos genitales sino más bien cloacas, cavidades microporosas por donde segregan jugos pestilentes y nauseabundos. Estos fluidos contienen la información genética necesaria para la reproducción de la especie. La unión de ambas cloacas genera la fusión de dichos jugos, creando una mezcla altamente corrosiva que es depositada en el recto de la hembra. El periodo de gestación es aproximadamente de 3,1416 ciclos lunares bisiestos, tiempo en el cual el jugo corrosivo se va solidificando creando un cigoto que va aumentando de tamaño espectacularmente.

Dado que no poseen cordón umbilical ni nada parecido para suministrar alimento al feto (nunca mejor dicho), el embrión va alimentándose de los excrementos rectales de la madre hasta que adquiere un tamaño considerable y es expulsado analmente hacia el exterior. Sí, espeluznante pero cierto, los Uruk-Ñú no son paridos sino son literalmente cagados.

3. ¿Cuál crees que podría ser el punto débil de los temidos Uruk-Ñú y así de este modo tener un plan para derrotarles con facilidad? (formulada por Andrew Nicholas Madison O'Hara, desde Alburquerque, New Mexico):

Amigo mío, es evidente: cortar su suministro de comida para que de esta forma no posea energía suficiente para poder moverse y caiga desfallecida. Al ser su peso corporal descomunal, la caída adquiriría una aceleración brutal (a pesar del pequeño tramo que ésta supondría) y en escasos 45 picosegundos su cuerpo alcanzaría la velocidad del sonido estrellándose contra el pavimento con una virulencia tan brutal que crearía un cráter de 40 m de diámetro (véase imagen abajo). Dado que los Uruk-Ñú están rodeados de una masa de grasa hiperconcentrada que es capaz de absorber incluso impactos de misiles, el leñazo que se pegaría contra el suelo la dejaría sólamente inconsciente. En ese momento habría que poner en marcha un rápido dispositivo de desalojo de la población en un radio de 50 km alrededor del cráter, y una vez todos a salvo lanzar una bomba de hidrógeno y desintegrar todo lo existente.


4. ¿Para cuándo una adaptación cinematográfica de "Mi gran amiga La Delineante"? (formulada por Josep Punset, hermano guaymolar de Eduard, freak de Warhammer 40.000 y amante de la fantasía épica, desde Barcelona, España):


Buena pregunta mi querido amigo Josep. Durante las últimas semanas he mantenido reuniones acerca del tema con Peter Jackson y James Cameron dado que estaban muy interesados en el proyecto. Sin embargo, las imágenes que les expuse de La Delineante les provocaron tal congoja que se negaron en rotundo a mostrar a un ser de similares características en sus películas. El espanto fue tan grande que tuvieron que usar la técnica (ya expuesta en anteriores posts) de ingerir pastillas y supositorios de toda índole para crear un cóctel destructivo en su estómago que les borrarse la memoria por completo y así deshacerse de las horribles y atormentadoras imágenes que habían visto. Con ello los recuerdos de las reuniones que habíamos mantenido lamentablemente también han quedado anuladas. Vamos, que no hay peli de momento.

5. ¿Cuándo vas a comenzar a escribir la 2ª temporada de La Delineante? (formulada por Wenceslao DXCVII de Turkmenia y XLV de Etruria, desde su palacio en Cerveteri, Italia):

Su Excelentísima Majestad Wenceslao XLV de Etruria, comenzaré a escribir la continuación del relato de La Delineante cuando me salga de las pelotas.

6. ¿Crees que “La Delineante” puede no ser más que un hotentótico leviatán biomecánico con genes de becerro y sebo de marsopa, salido del enorme culo de Michelle Obama, enviado para mantenerte entretenido en esa ponzoñosa oficina hasta las mil, y que de este modo no tengas tiempo de gobernar el universo con tus ultra-poderes? (formulada por el Extmo. Sr. Fray, desde Segovia, provincia de Castilla y León, España):

Creo sinceramente que existe una conspiración a nivel mundial en el cual, gracias a los enormes avances en genética, se están creando seres aberrantes y monstruosos que se utilizarán en un futuro como armas de destrucción masiva. Si sólamente la caída de un Uruk-Ñú a 60 cm de altura puede provocar un cráter de 40 m de diámetro, no podría imaginar lo que podría ocurrir si se lanzaran 30 Uruk-Ñús (elevados en el aire por 9.000 helicópteros CH-47 Chinook mediante cadenas de Adamántium) a una altura de 850 m (véase imagen a continuación). Simplemente el mundo dejaría de existir tal y como lo conocemos.


Muy bien, pues hasta aquí el turno de cuestiones. A los que teníais ganas de preguntar algo os jodéis, porque se ha acabado el tiempo y no habéis aprovechado la oportunidad. Venga, me voy a descansar que tengo el cuello destrozado de escribir. Muy pronto comenzará la 2ª temporada de La Delineante, de modo que estad atentos. Os deseo a todos horribles pesadillas con Uruk-Ñús. Servus.

Samstag, 31. Oktober 2009

Renovación estética del blog

Hola a todos malditos frotaingles ladillosos. Hoy os presento en primicia mundial la nueva imagen de Las ardillas siempre van al cielo. Como podréis observar ha sido un cambio completamente positivo, del cual estoy definitivamente satisfecho y orgulloso. Tras 1 semana de estudios estéticos, mediciones lecto-visuales (realizados por la prestigiosa firma Kevin Spacey & Bacon) y rigurosos castings de entre más de 980 trillones de plantillas, finalmente he escogido esta última debido a su adecuación perfecta a los 3 criterios que a continuación voy a detallar:

1. Diseño simple y sencillo, condición imprescindible del divino y omnipotente redactor de este repugnante blog.

2. Texto oscuro sobre fondo claro, según me han solicitado ciertos fans epilépticos y/o consumidores ocasionales de sustancias alucinógenas, que dicen ver "puntitos negros cuando terminan de leer".

3. Colores sombríos y apagados, debido a que obviamente un blog que habla de seres monstruosos y aberrantes no pega con tonalidades pastel ni mariconadas por el estilo.

Muy bien, entre las novedades que he incluido están una fotillo que me he sacado de la manga y que no tiene nada que ver con nada, y una mejora importantísima para el futuro desarrollo del blog: LOS COMENTARIOS. Algunos fans me han hecho saber que, aunque tenían terribles ganas de publicar un comentario, no eran capaces de hacerlo. Al principio les taché de inútiles psíquicos, seres ineptos o imposibilitados mentales (con un nivel de inteligencia similar a La Delineante), pero finalmente me he dado cuenta del porqué, de modo que he modificado el funcionamiento de los comentarios haciéndolo mucho más simple y dinámico. Incluso he agregado unas intrucciones muy precisas para un impecable posteado, de modo que ahora mis queridos lectores si seguís sin escribir nada será porque verdaderamente sois unos RETARDADOS.

Recuerdo que aún está abierto el plazo para realizar preguntas absurdas acerca de los Uruk-Ñú, el último eslabón de la mitología contemporánea, es decir (para que me entiendan los RETARDADOS), aún existente en nuestros tiempos. Pero no perdáis mucho tiempo, porque igual mañana se me pira la pinza y no acepto más preguntas, de modo que os quedaríais con las ganas de saber por ejemplo "¿Cómo se aparean los Uruk-Ñú?"... Dios santísimo, no puedo ni imaginármelo... ¡¡¡Las futuras entradas serán dantescas!!! Stay tuned, Servus.

Samstag, 24. Oktober 2009

Turno de preguntas acerca de "Mi gran amiga La Delineante"

Hola a todos malditos mascapenes flácidos. ¿Cómo están ustedes? Imagino que mejor que yo, sin nada mejor que hacer que estar leyendo este rancio y putrefacto blog. Os doy la enhorabuena, dado que gracias a vosotros la página ya ha superado el millar de visitas. Para mí es un motivo de satisfacción que tanta gente lea las sandeces inconexas que escribo. Sin embargo, esto a su vez hace que me pregunte a mí mismo: ¿por qué me leéis?

Esta maravillosa pregunta me la hice un día cuando estaba evacuando analmente materia residual en el cuarto del inodoro. Así, mientras los vapores fétidos inundaban el aseo, llegué a ciertas conclusiones que logré escribir en un papiro, pero lamentablemente lo usé para limpiarme la pandereta, de modo que esas mismas conclusiones disfrutaron del Aquopolis con mi materia residual.

Muy bien, el párrafo anterior ha sido un claro ejemplo de texto con información cero que os he metido doblada. Ahora ya podemos hablar de temas más coherentes. Como por ejemplo, ¿por qué ha tardado Ultra-Yan tanto en meter de nuevo una entrada? Pues, como ya expuse en mi anterior post, mi trabajo me está destruyendo y no consigo aunar fuerzas suficientes para actualizar mi blog. Los meses venideros se vaticinan fatigantes y mi estado anímico está a unos niveles preocupantes. Esto se ve agravado a su vez por el pésimo estado meteorológico del que disfrutamos aquí. La temperatura ambiental es óptima para los pingüinos patagónicos y cada día lucho contra viento y marea para no quedar criogenizado en medio de la calle y despertarme de repente en el año 83392 de la futura 5ª era del Praseodimio.

Por cierto, muchas gracias a todos por los infinitos comentarios que estáis escribiendo. Cada día recibo centenares de ellos, tantos que no me da tiempo a leer ninguno y en un acto impulsivo los borro todos de golpe porque me agobio. Vamos, que muchísimas gracias a todos, os agradezco vuestra enorme colaboración. Pero por encima de los 16 billones de comentarios (tantos que colapsaron durante 3 días blogger.com) he de resaltar uno, posteado por el grandioso y genuino Sr. Fray, una persona que dedicó 34 segundos de su vida en escribir un pequeño párrafo y que se jugó el pellejo mientras lo hacía. Has sido tremendamente valiente querido compañero.

Bien, después de esta sarta de absurdeces (como ya va siendo habitual) vamos a explicar un poco el motivo de esta entrada: Dado el increíble y apoteósico éxito del relato Mi gran amiga La Delineante (tanto que si escribís en Google "uruk-ñú" saldrá este blog como primer resultado) he decidido dar el turno a los lectores más curiosos. Para ello, voy a publicar un e-mail donde podréis mandar todas las preguntas que se os ocurran acerca de los Uruk-Ñú. Cualquier cosa es válida y será por supuesto contestada en el siguiente post. Repito CUALQUIER COSA por muy absurda que sea lo contestaré, me da igual lo que preguntéis. Como es de esperar, no me va a escribir ni Peter Petrelli, porque sois todos unos malditos LAMEFAROLAS. Pero luego que nadie se queje de que no se le dio la oportunidad para saber TODOS LOS ENTRESIJOS de este increíble y a la vez repugnante relato. Ahí va el e-mail:

diofantika@yahoo.es

Da igual si sois amigos míos o no lo sois, si me conocéis personalmente o sólo de oídas, o directamente no me conocéis de nada y os habéis topado con este blog de casualidad. Simplemente preguntad, sed curiosos, convertíos en freaks de los Uruk-Ñú, haceros camisetas, buscad un diccionario español-urukñuíno y mantened conversaciones banales e inconexas entre vosotros. Yo os animo a hacerlo y a cambio os brindaré horas de entretenimiento con las respuestas. Tenéis de plazo lo que me salga del miembro. Ahí queda dicho. Os deseo a todos una feliz semana. Servus.

Samstag, 10. Oktober 2009

Mi gran amiga La Delineante (parte 7 y fin de la 1ª temporada)

Hola malditos hijos de la gran Perry. Hoy vuelvo a la carga repleto de energía pseudo-negativa para plasmarlo textualmente en este apestoso y repugnante blog. La frecuencia de escritura se ha visto mermada debido al incremento de presión laboral ejercida desde mi curro y por ello cada vez que llego a casa lo último que me apetece es ponerme a darle a las teclitas. En el curro estoy todo el santo día con el ordenador y acabo hasta el mismísimo falo. Sin embargo soy una persona generosa y, a pesar de que no me apetece una mierda escribir y lo único que me satisface ahora mismo es rascarme el testículo izquierdo, aquí estoy dando el callo por vosotros malditos lamefarolas sin honor, que lo único que os interesa es vuestro propio placer a base de leer las estupideces que escribo, y no movéis ni un solo dedo para escribir por ejemplo un PUTO COMENTARIO. Ahí queda dicho.

Llegado a este punto habréis notado ya ciertos cambios en mi estado de humor. Es cierto, las cosas ya no molan tanto como antes y mis pelotas poseen un radio comparable al de la órbita solar del planeta Urano. Llueve, hace viento, frío, estoy enfermo con ultra-tos y no paro de currar como un auténtico hijo de Perry Mason. Todos estos factores están reconvirtiendo mi ADN transformando mi ser al Ultra-Yan agrio y belicoso de antaño. Si lo estabais echando de menos, estáis de enhorabuena. Si preferíais al Ultra-Yan armonioso de los últimos tiempos, entonces os tendréis que joder.

De todas formas debéis de sentiros agradecidos ya que esto significa un gran empujón al relato Mi gran amiga La Delineante. No escatimaré en agravios e injurias hacia su persona, e incluso incrementaré mi prosa literaria de forma tan despiadada que destruirá vuestras mentes al no poder soportar tantas ofensas concentradas en tan pocos párrafos. Seguimos con el relato, concentrad vuestras fuerzas porque esto comienza ahora:

El trabajo estaba convirtiéndose en una pesadilla. Todos los días tenía a esta criatura satánica delante de mis narices y sus constantes gilipolleces no hacían más que alimentar mi profundo odio hacia su persona. Si ya su aspecto físico era capaz de provocar el suicidio entero de 40 escuadrones SWAT, su comportamiento no hacía más que acrecentar la delineante-fobia que estaba padeciendo la empresa. Cada vez que alguien se acercaba a preguntarle a La Delineante (alias "aberración de la naturaleza") algo acerca de algún proyecto, nunca era capaz de responderle de forma simple y certera. Simplemente se liaba a ladrar mierda, a soltar auténtica basura por el hocico, frases con información cero, sin ningún sentido y que no aportaban nada al desarrollo del proyecto. ¿Y qué significa esto? Que aparte de no ayudar, estaba haciendo perder el tiempo al interlocutor dado que escuchar mierda nunca ha sido positivo para la eficiencia laboral. Un claro ejemplo demostrativo podría ser el típico momento en el mercado cuando a las ancianas les llega el turno para pedir (ya sea en la pescadería, carnicería o frutería), que se lían a soltar frases banales y carentes de información para, tras 15 minutos de conversación estúpida, por fin pedir sus 150 g de clementinas. Ese momento suele ser bastante devastador para el que espera detrás debido a la enorme pérdida de tiempo que supone. Creo que es un símil bastante coherente, lo único que en el caso de La Delineante hay que agregar todavía el enorme estómago que hay que tener para prestar atención a un auténtico feto subdesarrollado y malformado, dado que el solo hecho de verla de reojo provoca arcadas de bilis y horrendas pesadillas durante semanas.

Los días iban pasando y un día como otro cualquiera, mi compañero de trabajo cometió uno de los mayores errores de su vida (y también de nuestras vidas). El coleguita, que es políticamente super correcto, no se le ocurrió mejor cosa que preguntar al monstruo si quería venirse a comer con nosotros, dado que íbamos juntos casi todos los días a la misma hora. La Uruk-Ñú no se lo pensó y, para mi espanto, vino con nosotros. Osease, voy a explicar lo que supone este hecho en mi vida: si ya tengo que aguantar 8 horas diarias de trato con un esperpento abominable, horrendo y repugnante, ahora había que añadirle otros 45 ó 60 min más, precisamente el tiempo en el cual me desintoxicaba del descomunal asco que recorría mi cuerpo cuando permanecía en la oficina.

No hicieron falta ni 3 minutos para que mi compañero de curro se diera cuenta del gravérrimo fallo que había cometido. La comida fue un monólogo de La Delineante, exponiendo sus estúpidas teorías acerca de todo lo existente y soltando mierda de forma descomunal. Una de sus célebres frases fue: "Me encanta comer, podría estar comiendo todo el día". No podía ser de otra forma y su comentario no me extrañaba en absoluto. Al fin y al cabo el cúmulo de grasa debía de provenir de una fuente, y esa fuente no es más que la ingesta brutal de mierda, y esto último lo voy a explicar a continuación. Al día siguiente cuando nos íbamos a comer de nuevo, mi coleguita aprendió la lección y por supuesto no le dijimos nada al monstruo, simplemente cogimos nuestras chaquetas y exclamamos un gélido "hasta ahora". En ese momento La Delineante nos miró e iba a decirnos algo. Yo me quedé petrificado del horror: no quería comer de nuevo con La Delineante. Sin embargo, en tono desinteresado nos mugió: "bueno que aproveche, yo ya me traje la comida de casa". Pero lo único que veíamos era una tarta de fresas y chocolate gigante en su mesa. Y no pude aguantar la curiosidad y le pregunté: "¿y qué vas a comer?". A lo cual ella con gran asombro nos señaló: "esto, ¿no lo ves?". Y EFECTIVAMENTE estaba señalando la tarta. Tuve que marcharme de inmediato, no podía procesar que una persona hiciera una comida ÍNTEGRA a base de tarta. Esto no hacía más que empeorar la imagen que tenía de la Uruk-Ñú hasta niveles realmente nunca imaginables.

Con el paso de las semanas las cosas iban calmándose. No hablaba apenas con La Delineante y ella apenas conmigo. Mi resistencia a mantener conversaciones superiores a 5 segundos con el engendro estaba funcionando. La frase mágica era "no entiendo nada" y la soltaba siempre que podía, aún cuando SÍ la entendía. Cada vez que iba a comenzar una ristra de mierda, la cortaba con esta mágica oración. Y ella refunfuñaba y cerraba el morro. Era sensacional. Una vez más Ultra-Yan había vencido, me sentía victorioso, era algo muy importante para mi salud mental. Había conseguido sutilmente desviar su poder destructivo y anularlo. Lamentablemente esta técnica no favorecía a todos, dado que la basura verbal uruk-ñuína que a mí no me llegaba era desviada hacia mis compañeros de trabajo, que vieron incrementada su dosis diaria de mierda. Pero es ley de vida, sobrevivir o morir.

Y de repente un día, ocurrió un hecho que iba a marcar definitivamente un nuevo vuelco a la historia. Efectivamente, la batalla no iba a acabarse aún. A sabiendas del gran poder que Ultra-Yan poseía, las tropas Uruk-Nuínas lanzaron una nueva ofensiva, esperando que fuese definitivamente letal. Aquel día me pilló desprevenido, sin tiempo a reaccionar. El jefe entró a nuestro despacho y simplemente nos soltó: "mañana viene una nueva delineante y va a instalarse en este despacho". Yo me quedé estupefacto, dado que no recordaba ninguna entrevista de trabajo realizada en la empresa últimamente ni sospechaba absolutamente nada. Y lo mejor de todo, que trasladaban a un compañero mío que estaba conmigo y con la Uruk-Ñú a otro despacho para él solo, mientras que yo permanecía en mi puesto. Esto significa que a partir de entonces iba a compartir mi despacho no con UNA sino con DOS delineantes.

Esta vez no lo dudé un instante: La nueva delineante iba a ser otro engendro, estaba segurísimo. Dada la extraña política empresarial que sigue la compañía era imposible que contrataran a una delineante normal o, es más, a UN delineante (marco énfasis en UN, es decir, masculino). No habría nada de malo, preferiría mil veces antes a un tio con el que se pueda charlar de forma normal (e incluso pegarse unas juergas cervecívicas) antes que un engendro infernal al cual ni siquiera pudiera mirar durante más de 5 segundos, dado que el vómito que expulsaría sería desproporcionado e inundaría la oficina entera de jugos gástricos mezclado con tropezones e incluso tejidos intestinales debido a la virulencia de la náusea. De todas formas intenté pensar en positivo: al fin y al cabo, era imposible que llegase alguien más repugnante que La Delineante. No podía imaginar una cota más alta en asquerosidad y repelencia. Simplemente era imposible, no podía existir y punto.

Y el día siguiente llegó. Me acuerdo que entré como siempre directo a mi despacho y cuando crucé el arco de mi puerta mi visión fue perturbada a mi derecha por algo de dimensiones jamás imaginables. Era increíble que, a pesar de que estaba enfocando hacia mi mesa, mi campo ocular fue completamente ocupado por algo gigante y descomunal que veía de reojo. Y me giré ya sabiendo que lo que me esperaba no era una Uruk-Ñú normal sino algo más destructivo y poderoso. Y así fue, la imagen que traspasó mi retina estuvo a punto de provocar el estallido de los globos oculares. La cantidad de horror que recorría mi cuerpo comenzó a matar una a una las células que componían mi organismo y mis músculos comenzaron a debilitarse ante la espantosa imagen de la nueva Delineante. Era una Uruk-Ñú digievolucionada en los laboratorios clandestinos de Sauron, modificada genéticamente creando una nueva especie más voraz y destructiva, ideada para el combate a campo abierto y a priori indestructible: era La MEGA-DELINEANTE.

La batalla acaba de comenzar, no sabemos el futuro que deparará a la humanidad. La especie humana está en peligro y corre el riesgo de extinguirse ante esta nueva oleada de seres malignos. Sólo un humano puede evitarlo, y ése es Ultra-Yan. Es con diferencia la misión más comprometedora que jamás se le haya presentado: su fracaso puede significar la destrucción del planeta Tierra. ¿Conseguirá Ultra-Yan protegernos ante esta nueva invasión? ¿Qué es lo que ocurrirá en el futuro? ¿Dominará el planeta esta nueva raza de seres abominables? Todas las incógnitas serán desveladas en la próxima y nueva saga "Mis grandes amigas Las Delineantes: The Revenge of the Uruk-Ñú".

Fin de la 1ª temporada

Muy bien sucios lectores, esto ha sido el fin de la 1ª temporada de Mi gran amiga La Delineante. El relato continuará por supuesto, pero la saga pasará a denominarse de otra manera dadas las importantes novedades acaecidas. No sé cuándo podré comenzar a relatar de nuevo, debido al escaso tiempo del que dispongo últimamente, aparte de que todos estos cambios han ocurrido hace apenas 1 semana, y un buen documentador necesita reunir previamente un poco de información antes de ponerse a escribir. Es por ello por el cual os invito a estar al tanto ya que en cualquier momento puede comenzar esta nueva saga que hará las delicias de los más aficionados. Me despido cordialmente de todos ustedes. Servus.

Mittwoch, 30. September 2009

Entrada paréntesis del relato "Mi gran amiga La Delineante"

Hola a todos sucios comebolsas biodegradables. ¿Cómo estáis todos? Supongo que cagándoos en mis muelas por no haber escrito desde hace mmmm... ¡joder, más de 3 semanas! Sí, son muchas semanas lo sé, y la cantidad de cosas que me han pasado también. Han sido tantas que me es imposible contar todas así que no contaré nada de nada para que os retorzáis de la curiosidad... es broma chavales, allá vamos con un breve resumen.

Bueno, en primer lugar estuve en España, un lugar lleno de sol y cubatas frías. Básicamente todo se ha basado en eso, así que ya os podéis imaginar: muerte y destrucción. Asistí a una boda estupenda y luego mi viaje a Almería estuvo genialmente bien, con esas playas del Cabo de Gata cuyos nombres ya ni me acuerdo (han sido muchas cervezas desde entonces). Y Granada más de lo mismo, aunque lamentablemente he de decir que no visité mucho la ciudad, dado que una descomunal resaca me lo impidió (siento autoasco). Manolo y Pablo (¡¡¡Cooooopón!!!) os debo una gran fiesta.

Y es entonces cuando las vacaciones se acabaron y volví para Múnich con gran aflicción y lleno de nostalgia: NO playa, NO cubatas, NO calor... pero SÍ BIRRA. Y me la enganché enorme una noche. Fue tan enorme que estuve un día entero postrado en la cama, pero bueno, fue sólamente una noche. El cuerpo se recupera con 19 horas de tocada de pelotas, simple y sencillo. Pero de repente, comenzó el Oktober Fest. Me habían contado algo acerca de ello, pero tampoco me llamaba brutalmente la atención. Simplemente quería asistir, ver cómo era eso, beberme un par de jarrazas y pegarme una "fiestita". Pero las cosas (como ya sabréis) nunca ocurren como lo planeo. Una fatídica noche de Lunes, el gran Tomás y su compi maligno Johann me animaron a ir con ellos a esta "festividad cervecívica". No les costó mucho convencerme, acepté acompañarles muy gustosamente.

La verdad es que tampoco iba muy motivado. Quería tomarme mi cervecita y para casita. ¡Qué gran mentira! Cuando llegué a ese infierno de mujeres lascivas y borrachos empedernidos no quería irme de allí. Y cuando se acabó la fiesta de ese día yo deseaba volver lo más pronto posible. Sin embargo al día siguiente me desperté con las Cagaleras de la Muerte, de modo que fui prudente y decidí guardar reposo... durante un breve periodo, porque a los dos días mi impaciencia pudo conmigo y volví de nuevo a pegarme la mega juerga. Consecuencia: Las Cagaleras de la Muerte se convirtieron en Las Cagaleras de la Hiper-Mega-Muerte. Pero llegué a un estado que me la soplaba completamente, sólo quería ir allí y punto. Es tal el fiestón que hay que no se puede explicar, es simplemente indescriptible, algo completamente descomunal, tremendamente fuera de lo normal, inconmensurable, inhumano, rozando lo dantesco, convirtiendo al ser humano a un auténtico despojo.

Y dicho esto llegó mi visita: El Tralla y el Nakas, alias Georgias y Richal, dispuestos a dejarse la piel en el combate. Y eso mismo hicieron, y demasiado bien. De hecho casi acabaron con mi vida. Ya tenía demasiados días de Oktober Fest en el cuerpo y un par de días más y mi corazón simplemente se pararía y dejaría de bombear sangre. Ya no es una cuestión de resacas gordas (que ya se da por hecho) sino que es ya todo mezclado con una mala alimentación, un gasto ciclópeo de energía en fiesta y muy escaso descanso. En mi caso, a todo lo descrito anteriormente se le debe añadir también el factor "ir al curro" convirtiendo todo en la GRAN MUERTE. Gracias a Dios hoy se han marchado estos vándalos, pero cuando miro hacia atrás veo el sendero de destrucción que han dejado y me estremezco de pensarlo. La próxima "fiestita" será cuando vuelva de visita a Madrid malditos notarinos, y entonces estaré YO de vacaciones.

Y en cuanto al curro me han comunicado una noticia estremecedora: Si ya teníamos suficiente con UNA Delineante, resulta que mañana viene OTRA más... y creo que es un auténtico ORCO DE MORDOR. Esta historia se está torciendo demasiado y el relato de La Delineante está cada vez más interesante, ¿qué pasará en el futuro? ¿Dominarán los Uruk-Ñú el planeta entero? ¿Se aliarán ambas Delineantes para formar el Mega-Zord de los Orcos para combatir a Ultra-Yan? ¿O tal vez combatirán entre ellas para ver quién de las 2 es la más temible y monstruosa? Buff, cuántos interrogantes. En la próxima entrada se desvelarán: Mi gran amiga La Delineante (parte 7). Servus.

PD: Aún me estoy recuperando de Las Cagaleras de la Hiper-Mega-Ultra-Awesome-Requete-Muerte.

Dienstag, 8. September 2009

Mi gran amiga La Delineante (parte 6)

Hola malditos tragafluidos lactosos. Hoy me siento un hombre nuevo, porque he sobrevivido. Ha sido una lucha sin cuartel, donde el tiempo no existía, el ambiente era completamente hostil y el enemigo estaba sumamente entrenado. Pero, ¿a qué ha sobrevivido Ultra-Yan? ¿qué aventura ha estado a punto de costarle la vida? Os lo cuento ahora mismo: ¡¡¡HE SOBREVIVIDO A LA CEREMONIA DE ENTREGA DE DIPLOMAS DE MI ESCUELA!!!

Resulta que, con motivo de una boda familiar, me pedí unas vacaciones para volver a Madrid e increíblemente, el Sr. Don Chiripa, Mr. Potra y la Sra. Coña se pusieron de acuerdo para situar esta "ceremonia de graduación" justo 1 día antes del enlace nupcial de modo que, ante tanta casualidad, pensé que estaba destinado a asistir, dado que el dios del colorido sonrosado de la aurora, también llamado Tlahuixcalpantecuhtli, lo había escrito durante la 14ª Era Travertina en las tablas sacro-mágicas de Tenochtitlan. Esto, unido al gran entusiasmo que había generado en mi madre, me obligaron finalmente a acudir al evento.

Bien, pensé "bueno tío, tampoco es para tanto, tú vas, coges tu cartulina y tu pin y a casa". Y sí, efectivamente, cogí mi cartulina y el pin de la PETMSIIEMIIQ (que concede +2 de fuerza y +5 de habilidad en lanzamiento de botellas en los combates patronales de Pozuelo), pero el destino me la había jugado otra vez. Caí en la trampa, y no había vuelta atrás. Me comí LOS DISCURSOS MÁS SOPORÍFEROS QUE JAMÁS HABÍA SENTIDO EN MI VIDA. Bueno, yo y mis padres, que estuvieron al borde del colapso mental. Si no os lo creéis preguntad a Carmen que, al igual que yo, la engañaron también para acudir a recibir el pin. La verdad es que podían patentar estos discursos como terapia para combatir el insomnio porque, sinceramente, son increíblemente efectivos. En un futuro las madres no cantarán nanas a sus hijos antes de dormir, sino que leerán un discurso de entrega de diplomas y antes de la 3ª línea el bebé estará ya roncando.

Os voy a hacer un resumen del discurso: "Bienvenidos a todos a esta ceremon... piiiiiiiiiiiiiii (3 horas más tarde) piiiiiiiiiiiiiiii... y en este momento doy por finalizado el acto". Como habréis podido observar, no tuve la suficiente energía como para escuchar enteramente lo que decían (claro, porque aún no me habían dado el pin de +2 de fuerza), y para mí era todo lo mismo, un sinsentido total donde palabras tales como apoyo al alumno, ayuda del profesorado y calidad docente eran constantemente mencionados pero que, sinceramente, a día de hoy aún desconozco. Pero bueno, estoy contento, porque he obtenido el pin del poder de Grayskull (sí, ése es, el de He-Man), que me ayudará en los combates mortales contra La Delineante, el ser más terrorífico de los últimos tiempos. Y enganchando ambas historias de esta forma tan sutil, podemos proseguir contando este truculento relato, que nos tiene a todos en vilo:

No era posible hacer entrar a la Uruk-Ñú en razón. Mis argumentos eran demasiado complejos para tan minúsculo cerebro y no podían ser procesados. Además, el Uruk-Ñuíno era una lengua demasiado primitiva, y no había desarrollado léxico nada más que para la comunicación de necesidades básicas tales como hambre, pis, sed, caca, etc. Por ello, me era muy difícil expresar exactamente lo que quería decir de verdad, explicando constantemente los conceptos que quería exponer mediante símiles con excrementos de animales, árboles y meado de orco.

Y el momento llegó, el instante donde La Delineante me soltó la GRAN FRASE, demostrando tener una inteligencia superior a los de su especie, pero por supuesto inferior aún al de las hormigas bicéfalas (especie defectuosa de hormiga, fruto del cortejo entre la hormiga común y un chinche). Muy bien, damas y caballeros, no os haré esperar más y diré que esa increíble (y a la vez fatídica) frase fue: "pues lo haces tú".

"Joder, tampoco es para tanto" diréis muchos de vosotros. La verdad es que tenéis razón, así escrito fríamente en el blog, no suena tan violento. Pero en realidad, lo que de verdad multiplicó el tamaño de mis pelotas por 1 millón NO fue lo que dijo, sino CÓMO lo dijo. Esa breve frase salió de sus fauces con una pedantería tan brutal, que me dieron ganas no de escupirle, sino de echarle un auténtico gargajo de viscosidad superior a 15000 poises (por supuesto previa aspiración de fosas nasales), de esos que expulsas por las mañanas después de levantarte de la cama, y que va corroyendo la cerámica del lavabo según se desliza hacia el sumidero. Sin embargo, como persona civilizada que soy, me contuve y simplemente la miré con la mayor cara de asco que era capaz de poner en esos momentos. Y me volví, y fui hacia mi asiento, por supuesto dedicándole antes unas preciosas palabras en castellano que decían: "que puto engendro que eres hija mía".

Aquella semana no interaccionamos mucho. En ocasiones ella parecía querer decirme algo, pero yo siempre le respondía en un cordial castellano: "que te jodan puta gorda". Y con el paso de los días me las arreglé yo solito para trabajar con los archivos defectuosos que me pasaban de La Delineante. Era asombroso, porque podía decir que ella era como la reina Midas, solo que, en vez de en oro, convertía en mierda todo lo que tocaba. Pero bueno, la técnica era sencilla: a todo lo que me enviaba, yo presionaba el boton "delete" y mandaba a tomar por culo su ineficiente, inútil e improductivo trabajo. Era una opcion bastante drástica pero no había elección, trabajar con mierda nunca fue mi afición (¡¡¡tooooma pareado que me he marcado!!!).

Poco tiempo hizo falta para que la oficina entera se diese cuenta de los mágicos poderes de la Reina Midas. Los proyectos que ella comenzaba, terminaban curiosamente siempre en mis manos, porque simplemente el resto de ingenieros no tenían suficiente estómago para digerir la porquería que generaba. Asimismo el resto de mis compañeros comenzaron a evitar a La Delineante, dándome cuenta entonces de que mi opinión era también general. Su poca atención en los detalles (que creo que es la cualidad más importante que debería tener cualquier delineante), unido a su poca lógica mental y sus fallos ortográficos garrafales (tan garrafales que era capaz hasta YO de darme cuenta), reflejaban su escaso nivel cultural. Sin embargo su forma de hablar era sumamente pedante y repipi, siendo incluso su actitud en numerosas ocasiones arrogante y vanidosa. Por esa razón, era imposible debatir con ella acerca de los proyectos, dado que su brutal prepotencia unida a su escasísima inteligencia la convertían en una persona difícil de tratar.

Estuve varios días reflexionando acerca de la Uruk-Ñú: ¿Cómo podía ser que una criatura tan horrorosa y desgraciada físicamente fuese a la vez tan sumamente desagradable e irritante como persona? ¿Quién podría aguantar a semejante feto andante? ¿Tendría amigos/as? ¿Serían sus amigos/as tan repugnantes como ella? ¿Cómo sería su familia? y un largo etc. de preguntas que caían en un pozo sin fondo. Veía en ella al auténtico anti-canon de persona, porque tenía todos absolutamente todos los defectos que se podían encontrar: fea, tonta, grosera, tosca y antipática. Estaba alucinando, era un auténtico descubrimiento para la ciencia. Y de repente, como un flashazo mental, me di cuenta de la razón por la que mi empresa había cogido a la Uruk-Ñú...

Continuará...

Muy bien, parece que el desenlace de esta historia se va ya vislumbrando allá en el horizonte. No sé cuántas partes más quedarán aún: 1, 3, 4... quién sabe, pero desde luego que muchas más no. Os encomiendo a estar atentos a la próxima entrada, que no sé cuándo escribiré, dado que mañana tengo la boda, ¡¡¡y pasado me voy a la playa!!! (Pablo y Manolo, preparaos este fin de semana). Bueno, y a mitad de relato me han casi-confirmado el Tralla y el Naka (alias Richal y Georgias) su asistencia al mundialmente famoso Oktober Fest celebrado anualmente en Múnich y que este año comienza en menos de 2 semanas, ¡sed bienvenidos! Y dicho esto, me despido de todos ustedes con un cordial saludo. Servus.

Donnerstag, 3. September 2009

Mi gran amiga La Delineante (parte 5)

Hola malditos zampanardos viejunos. Estaréis sorprendidos de verme tan pronto escribiendo de nuevo. No sé, hoy me sentía con ganas de meter una entrada nueva, porque me siento guay, molo mucho y me encuentro de buen humor. El asunto está en que pasado mañana vuelo de vacaciones para Madrid, y voy a quebrantar caderas mis queridos contertulianos. Aunque aquí también haya hecho buen tiempo durante algunos días, no se puede comparar con España, donde la irradiación solar es casi hasta un 40% mayor que en Alemania (calculado de forma totalmente ingenieril por mi programa de instalaciones fotovoltaicas del curro). Por tanto, voy a ver si me frío un poco la mollera bajo el solete.

Hoy también he visto a la persona antagónica a La Delineante, es decir, a la mujer más bella del planeta Tierra. Sí, lo digo en serio, yo estaba en la cola del Supermercado esperando con mis 2 melocotones en la mano (sí, eran 2 melocotones y no mis cojones), cuando de repente me percaté de que a mi izquierda se hallaba una auténtica obra de arte del sexo femenino. Era una joven de unos 24 años, aproximadamente 1'68 m de estatura, cabello dorado, ojos claros y masa corporal idónea. Yo me quedé absolutamente prendado ante tal monumento. Estaba estupefacto, no podía creer que pudiese existir algo tan bonito. Era la mayor concentración de belleza en un cuerpo femenino que jamás había presenciado en mi vida. Estaba extasiado, había una transferencia brutal (banda ancha a 1500 Mbps) de hermosura hacia mis ojos. Mi cerebro no podía procesarlo, fue tan súbito que no estaba aún del todo preparado, de modo que me empezaron a dar convulsiones. A todo esto, la jovenzuela captó a través de las moléculas del aire las vibraciones que estaba creando mi cuerpo, se giró lentamente y, a pesar de que lo estaba viendo venir, me hizo la mayor cazada del siglo. Sin embargo, mantuve la mirada durante unos 3 segundos, percatándome de que sus ojos no transmitían animadversión, sino más bien plenitud y paz. Lamentablemente la cola de su caja iba infinitamente más rápido, y se marchó a los pocos instantes. Queridos amigos, estas son las pequeñas alegrías que te da la vida, y hay que saber disfrutarlas para vivir en armonía con el cosmos (¡¡¡tooooma frase que me he marcado!!!).

Bueno, después de esta pirada de pinza, volvamos a lo que estábais esperando con ansia: la quinta parte de La Delineante. He de decir que estoy flipando de forma inhumana ante el gran furor que está causando este relato. Ha sobrepasado con creces a la historia de Mi gran amigo Eric (publicada hace un año en mi espacio del MSN) cuyo éxito fue también tremendo. El contador de visitas está subiendo como la espuma, y no dudaré en exprimir todo el jugo que me pueda dar esta crónica, alargandola infinitamente hasta que aborrezcáis mi blog. Prosigamos pues:

Muy bien, debía comenzar una comunicación con La Delineante. Para empezar, había que ponerse a aprender su lengua. Afortunadamente, encontré en youtube un par de cursos online, así que me puse a verlos. Dado que es un lenguaje primitivo basado en gruñidos y sonidos laringo-faríngeas, tras 37 minutos de visionado de material, logré mi objetivo: ya sabía Uruk-Ñuíno.

Me levanté y me acerqué hacia ella de forma serena y tranquila, dado que no quería que se agitara y su pantalón reventase creando un holocausto mundial. Cuando estaba ya a su altura, me detuve y comencé diciendo (por supuesto en lenguaje Uruk-Ñú): "Oye, esto está mal, ¿qué (hostias) has hecho aquí?". Ella, con cara de sorprendida, me soltó una ristra de mierda brutal que, resumiendo, decía algo así como: "he configurado el AutoCAD a modo Delineante, porque (en mi curso de mierda para inútiles como yo) nos lo han enseñado así y estoy acostumbrado a dibujar así". Me estaba tocando los cojones, pero no quería morir, de modo que en modo amable la dije: "Y por qué no dibujas como nosotros (como las personas normales vamos)". A lo que ella respondió algo alterada: "Como yo dibujo está bien, porque lo he estudiado en mi curso y bla bla bla, croak, croak, roar, kikiriki, oink, muuuu, oink (ristra de mierda sin sentido)". Lo mejor de todo es que se jactaba de conocer 19 tipos de sistemas CAD (SolidCAD, MierdaCAD, PollasCAD, TuputamadreCAD, etc.) que claro, para un Homo Neanderthalensis como ella debía ser una hazaña brutal pero, para nosotros los Homo Sapiens, pues como que me la sudaba de forma salvaje.

Y bueno, tras varios intentos fallidos intentando razonar con ella, me dí cuenta de que, mientras yo usaba argumentos sensatos y lógicos, ella se aferraba a su (puto) curso de Delineante, donde las cosas se rigen por leyes inalterables e inamovibles. Simplemente el 'ente' estaba demostrando su ínfima capacidad intelectual para defender sus propias ideas y, por supuesto, inflándome las pelotas de forma bestial. De hecho, tuve que controlar mi furia, dado que mis pelotas se estaban hinchando tanto que el saco escrotal no iba a aguantar la tensión sometida sobre él pudiendo estallar de forma violentérrima originando una catástrofe 25 veces superior al que provocaría la explosión del pantalón de La Delineante. Pero hubo un hecho que marcó un antes y un después, la gota que colmó el vaso, una frase de esta criatura infernal que terminó con mi paciencia, y en ese momento el planeta tenía los días contados...

Continuará...

Joder chavales, es tardérrimo y mañana debo currar. Siento la brevedad del relato, pero el tiempo no ha dado más de sí. Debo irme a la cama Ipso Facto. Espero poder escribir de nuevo pronto en el blog, ¡aunque estaré danzando por los Madriles! Buenas noches. Servus.

Samstag, 29. August 2009

Mi gran amiga La Delineante (parte 4)

Muy buenas a todos los lectores de este lamentable y apestoso blog. Hoy no he dormido muy bien, ¿la razón? Porque mi habitación carece de persianas. Ayer me acosté a las mil y quinientos y hoy, a las 10 de la mañana, estaba ya lamiendo el techo de tanto mirarlo. La luz no me permitía conciliar de nuevo el sueño, y me he tenido que joder. Tendré que, al igual que ya hice en Berlín, acostumbrarme de nuevo. Menos mal que después de comer, con la modorra, he caído a la cama en coma profundo, recuperando así parte de la energía necesaria para seguir relatando la terrorífica historia acerca de LA DELINEANTE. He de decir que este relato está generando en los lectores gran ansiedad e inquietud, tal y como me han expuesto personalmente algunos de ellos, y es por ello por el cual no quiero defraudar a nadie. Elevaré mi prosa a un nivel tan prominente, que provocará en vuestros cerebros un clímax explosivo de placer concentrado y se liberará una cantidad brutal jamás cuantificada de endorfinas que colapsarán vuestras neuronas y reventará vuestro hipotálamo en mil pedazos desintegrándose en el acto. Prosigamos pues:

Dios... tenía delante de mí a un auténtico Uruk-Ñú (criatura abominable resultante de un experimento fallido de Sauron, engendrada a partir del coito entre un Uruk-Hai y un Ñú africano). No podía imaginarme el estar trabajando el resto de mi contrato con un ser de similares características. Era un golpe anímico brutal, como una roca del tamaño de Júpiter que había caído sobre mi cabeza. Afortunadamente para mí, aquel día la Uruk-Ñú no me dirigió la palabra. Era al menos un ligerísimo alivio dentro del gran malestar (náuseas, vómitos y vahídos) que me estaba generando su mera presencia.

Muy bien, el segundo día llegó. Como todos los días, sonó el despertador, me levanté y fui hacia el cuarto de baño. De repente, un estímulo negativo recorrió todo mi cuerpo: me percaté de que en el trabajo iba a volver a ver a LA DELINEANTE. De modo que me senté en la taza del inodoro en busca de una solución que me pudiera librar de tal pesadilla. Las opciones eran:

1. Autolesionarme. La cantidad de días de baja laboral sería directamente proporcional a la gravedad de la lesión. Evidentemente, es una opción de mucho riesgo, pero, a cambio de la angustia y el desasosiego que provoca el estar tan cerca de un engendro infernal de lucifer tal como La Delineante, merecería la pena. Por ejemplo podría tirarme en plancha (ahí con todas las costillas) por las escaleras, reventarme el cráneo dándome cabezazos contra una barandilla de acero o meterme la secadora del pelo por el culo y encenderlo.

2. Ingerir una cantidad bestial de pastillas, cápsulas y supositorios de toda índole, de modo que todos juntos reaccionaran en mi organismo de forma violentérrima y me desmayara en el acto para, tras 10 minutos de viaje sideral, recuperar el conocimiento con la memoria completamente borrada. Así, iría al trabajo con toda la felicidad del mundo pero, una vez llegado allí, me encontraría de nuevo con la Uruk-Ñú, lo cual evocaría otra vez las sensaciones pestilentes y nauseabundas que el día anterior me habían atormentado. Esta solución provocaría que día tras día repitiera el proceso de ingestión de comprimidos, generando un círculo vicioso de continua supresión de recuerdos en mi cerebro. Esto destruiría a la larga mi masa encefálica, disminuyendo mi coeficiente intelectual a niveles equiparables a La Delineante, pudiendo así comunicarme con su especie a base de bramidos, muecas y sonidos guturales.

3. Meterme en internet esa misma mañana para comprar con mis escasos ahorros un vuelo a las islas Fiyi. Una vez en el avión, meterle mano a las azafatas (si están buenas) y sabotear los mandos del piloto para que la aeronave se estrelle en una isla desierta aún no descubierta por los seres humanos, y así convertirme en Jacob. Una vez en la isla, haría una selección de las azafatas más agraciadas utilizando sus cuerpos para crear una pequeña población. Debido al aislamiento de ésta con respecto al resto del mundo, las relaciones incestuosas y los problemas de consanguinidad estarían a la orden del día, degenerando la raza a seres retrasados y deformes. Es entonces cuando llevaríamos a La Delineante en un contenedor marino a la isla, para que, de este modo, pueda interaccionar con ellos y llevar así una vida plena.

La opción 3 era evidentemente la más viable y también la más altruista, porque así crearía un hábitat natural para La Delineante, donde podría disfrutar de la vida sin ser discriminada. Pero de tanto pensar opciones y soluciones, al final el tiempo se me echó encima, y debido a mi descomunal vagancia de poner en acción nuevos proyectos ilusionantes, no hice absolutamente nada. Era demasiado tarde y tenía que llegar al trabajo a una hora prudente.

Aquel día llegué al trabajo cabizbajo, sabiendo lo que me estaba esperando en mi despacho. Y cuando llegué, efectivamente ahí estaba ella, haciendo que trabajaba y sintiéndose parte de algo. Yo saludé con un escueto "hola", cuya respuesta fue un mugido, que interpreté como un saludo también. Me senté en mi mesa y comencé a autoconvencerme de que no era para tanto. Al fin y al cabo, no me hablaba, de modo que podía ignorar su presencia. Cada uno estaba a su bola, sin estorbarse el uno al otro y me parecía correcto. Lo único que tenía que hacer era evitar por todos los medios mirar por encima del monitor, donde el panorama era simplemente dantesco.

Sin embargo, a los pocos minutos comencé a escuchar sonidos extraños. No sabía de dónde procedían e intenté obviarlos, pero los sonidos eran persistentes. Yo no quería, pero era una situación de emergencia. Así que alcé la vista e intenté resistir ante la aterradora visión que tenía: era La Delineante, e intentaba comunicarse conmigo. Yo no entendía absolutamente nada, porque lo que mugía no era alemán. Tampoco era bávaro (dialecto frecuentemente hablado en la región) debido a que, aunque tampoco entienda este dialecto, sé cómo suena cuando la gente lo habla. De manera que, mientras ella no paraba de hacer sonidos y ruidos, empecé a recapacitar y reflexionar acerca del asunto y, tras escasos minutos, llegué a la conclusión de que era un lenguaje primitivo llamado URUK-ÑUÍNO. Finalmente tuve que cortar su discurso mediante un directo "no entiendo nada". Era cierto, no entendía un carajo de lo que me estaba contando y, también es verdad, no me interesaba una mierda lo que quisiese contarme. Ella respondió con un gruñido no muy cordial pero, al menos, cerró el hocico. Me dije a mí mismo, "Uffff, ya pasó, tranquilo, ya pasó". Tras varios días sin mucha interacción todo parecía normalizarse. Cada vez estaba más acostumbrado a su fealdad, de modo que ya había entrenado suficiente para suprimir mentalmente el horror que me provocaba este ser.

Sin embargo, un día las cosas se torcieron. El jefe vino hacia mí con un proyecto entre las manos. Yo no me olía nada bueno, y efectivamente, no era sólamente que no oliese bueno sino que el asunto realmente apestaba a mierda. Me dijo "por favor, termina este proyecto que empezó ayer La Delineante". El miedo comenzó instantáneamente a correr por mis venas. Mi cuerpo se estremecía del dolor interno que se estaba desatando en mi interior. Mi jefe me había hecho un auténtico "toma, te paso esta puta mierda porque a mí no me apetece nada". Cogí el proyecto, lo abrí, y observé con gran espanto el descalabro monumental que había montado La Delineante: los archivos de AutoCAD estaban configurados de una manera completamente diferente, haciendo imposible el poder trabajar correctamente con ellos. No sabía qué le pasaban a los menús, los botones no funcionaban como era debido y todo estaba alterado. Era un momento crucial. Tenía que empezar una comunicación con La Delineante, lo cual me provocaba auténtico pánico. No encontraba soluciones, la única era aprender Uruk-Ñuíno e intentar interaccionar con este ser. Nadie podría imaginar nunca lo que sucedió después...

Continuará...

Muy bien, estoy reventado de escribir. Esta vez le he metido un buen turbo a la historia, y he tenido que hacer incluso pausas para descansar entre párrafo y párrafo. Preparad vuestras mentes para la siguiente entrada, que no tendrá desperdicio. Me despido de todos ustedes con un cordial saludo. Servus.

Samstag, 22. August 2009

Mi gran amiga La Delineante (parte 3)

Muy buenas a todos los contertulianos adictos a este blog. Como habréis comprobado en el saludo, hoy no insulto a nadie. ¿Por qué? Porque me he levantado de buen rollo, he dormido de puta madre y me he metido un sandwich para desayunar que me ha sentado de perlas. En estos últimos días ha hecho un tiempo veraniego total, aunque hoy se ha torcido y está lloviendo a saquérrimo (como siempre en Múnich). Pero no pasa nada, porque hoy voy a recibir la visita del mismísimo ¡¡¡ANDRÉS CERÁMICA Y GRÉS!!! Sí, habéis leído bien, ayer pactamos un acuerdo verbal que decía que hoy, SÁBADO 22 DE AGOSTO DE 2009, Andrés cogía un tren desde Augsburg (a 70 km de Múnich) para pegarse la mega juerga con nosotros. Le he repetido hasta la saciedad que por favor NO nos la jugase y se rajase, pero parece ser que en serio va a venir. Éste va a ser un auténtico evento Diofántiko que, si se confirma de verdad, relataré en futuras entradas.

Como ya expuse en anteriores posts, la semana pasada estuvieron de visita Manolo y Julen. Tras incesantes y descomunales fiestas, he perdido con ellos un 20% de masa cerebral y un 64% de masa hepática. El cansancio acumulado llegó a límites indescriptibles y estuve a punto de fenecer de muerte súbita. Lástima que el "pepo" del Imanol se rajara a última hora, y con él también nuestras queridísimas muchachas vascas Aran y Jone. Supongo que habrán dado la réplica en Berlín y también se habrán pegado unas farras de infarto, pero de habernos juntado, hubiéramos llegado al nivel máximo Super Ôzaru Legendario ultra-bestial de las fiestas, generando un cataclismo a nivel continental que hubiera arrasado Europa entera sumiéndola enteramente en cenizas y desintegrando instantáneamente todo lo existente. Habrá que esperar a la próxima vez.

Y como habréis deducido, no he escrito estos días en el blog debido por supuesto a las visitas, pero también por culpa de un increíble dolor de cuello-espalda que me ha estado tocando los cojones durante los últimos días, haciendo insufrible el estar delante del ordenador. Pero hoy he vuelto para seguir contando esta truculenta historia acerca de LA DELINEANTE, el ser más monstruoso de las últimas décadas. Prosigamos pues:

Era una mañana tranquila. El cielo estaba despejado y los rayos del sol comenzaban a iluminar el día. Yo llegué a la oficina y, como siempre, saludé a todos los trabajadores. Todo parecía ir normal pero, de repente, unas nubes negrísimas (más negras que los huevos de Mutombo) comenzaron a cerrar el cielo. Estábamos un poco desconcertados, dado que hacía sólo unos minutos estaba completamente despejado. Nos asomamos por la ventana y vimos un éxodo descomunal de aves hacia el sur. Súbitamente, se produjo un relámpago de dimensiones gigantescas y a continuación empezó a ventear como nunca lo había hecho. Era como un tifón monzónico o los momentos preliminares a un tsunami pero, ¿en Baviera? ¿Donde no hay ni clima tropical ni costa?

Los truenos eran ensordecedores y nos mirábamos los unos a los otros sin saber qué demonios estaba ocurriendo. De repente, el suelo empezó a temblar sacudiendo el edificio entero. El terror corrió por toda la oficina: Las estanterías y los cuadros comenzaron a caerse, los cristales explotaron como por arte de magia y se cortó la red eléctrica. Nos refugiamos debajo de las mesas temiendo por nuestras vidas e intentamos llamar por teléfono en busca de ayuda, pero las redes de comunicaciones no funcionaban. Algo debía de ocurrir, este momento no podía ser casual. Cerré los ojos, me concetré en medio del caos que había y comencé cavar en lo más hondo de mi cerebro. Instantáneamente me vino algo a la cabeza: era EL DÍA DE LA BESTIA.

Abrí los ojos y de repente el suelo dejó de temblar. Era todo desconcertante y decidimos salir de debajo de las mesas. Nos levantamos y nos miramos los unos a los otros, en parte felices de estar vivos, pero por otra parte también inquietos temiendo lo que pudiera ocurrir a continuación. Y ahí es cuando la puerta de la oficina se abrió y apareció una figura de dimensiones ciclópeas enfundada en un traje negro y zapatos de tacones: era LA DELINEANTE.

Dios santísimo... no había visto nada más grotesco desde la aparición de Carmen de Mairena en Crónicas Marcianas. A pesar de ser un traje de talla XXXX ... n ... L, su orondo cuerpo estaba brutalmente embutido en él, sometiendo a las telas de su ropa a un esfuerzo de tracción similar al generado en los cables que sostienen los mayores puentes colgantes del mundo (véase a continuación la foto del Golden Gate en San Francisco).

Además, su sebo corporal debía de estar sometido a una presión superior a los 15.000 MPa, rozando casi el estado de licuación. A su vez, los tacones de sus zapatos debían de estar fabricados de una aleación férrea ultra-resistente enriquecida con Praseodimio (elemento 59 en la tabla periódica del grupo de los Lantánidos), similar a los materiales utilizados en la tecnología militar o aeroespacial para la fabricación de astronaves blindadas. No era capaz de imaginarme cómo había metido tanta materia grasa en tan poco espacio, de modo que me planteaba cuánta energía se podría liberar en el momento que se desabrochara un solo botón de su pantalón. Su casa debía de tener bajo tierra un búnker o una cámara acorazada habilitada para aguantar una liberación instantánea de energía equivalente a 35 cabezas nucleares lanzadas al unísono.

Yo no podía mirarle a la cara. Aún no estaba suficientemente preparado para aguantar el terror que me infundía. Saludé con un escueto "hola" y me senté inmediatamente en mi mesa para comenzar a trabajar. Desafortunadamente su puesto estaba justo enfrente del mío, y me cagué en la madré que parió al señor que descubrió el Praseodimio. Estaba todo el rato temeroso, dado que era un lugar con gran riesgo: cualquier movimiento en falso de La Delineante podría provocar el estallido de cualquiera de sus botones, generando una onda expansiva descomunal capaz de borrar países enteros del mapa y provocando la mayor masacre humanitaria de la historia de la Tierra. El destino de la raza humana estaba en mis manos y no podía decepcionar a nadie: Ultra-Yan estaba listo para el combate mortal que se iba a librar, pero lamentablemente las cosas no salieron según había planeado...

Continuará...

Bueno chavales, me he liado de forma brutal en los detalles y llevo aproximadamente 3 horas escribiendo. Estoy ya molido de darle a las teclitas y me apetece comer. Siento que algunos de vosotros os hayáis quedado un poco en plan What the fuck? dado que no he aportado nada de información a la historia, sino que me he puesto a escribir absurdeces y frikadas a diestro y siniestro. Pero no os preocupéis porque os prometo que la próxima entrada será dentro de poco y os garantizo que habrá tensión. Me despido de todos ustedes, Servus.

Montag, 10. August 2009

Mi gran amiga La Delineante (parte 2)

Hola sucios condenados de pacotilla. Lo prometido es deuda y hoy vuelvo a la carga para seguir con esta lamentable historia acerca de este "ser" por llamarlo de alguna manera. Lo sé, hoy es lunes, he ido al curro, ha hecho un tiempo de mierda, y ya no estoy tan de buen rollo como el fin de semana, pero bueno, intentaré por todos los medios ser lo más objetivo posible. Muy bien, prosigamos pues:

Sí, esa "cosa" entró por mi puerta, e iba directo hacia mí. Como dije anteriormente, estaba en un momento de colapso mental. Mis neuronas no podían procesar tanta fealdad concentrada. Hubo un fallo en mi cerebro y tenía que reiniciar el sistema. Y tenía que hacerlo con rapidez, porque el "ente" se aproximaba y tenía que estar preparado. Y mientras intentaba mantener la compostura el "ser" alargó su pezuña para realizar el saludo y presentarse. Yo hice lo propio, y nos dimos la mano, pero, Dios santo... sus palmas estaban terrible y asquerosamente sudadas y me dio un ascazo tan brutal que tuve que aguantar las arcadas. No había sentido tanto asco en mi vida, fue horroroso. Ella dijo su nombre, pero no hice ni puto caso: estaba demasiado concentrado en aparentar que todo iba bien y era normal, dado que el jefe estaba delante. Para mí pasó a ser La Delineante, e iba a cambiar para siempre el curso de nuestras vidas.

Y ahora estaréis completamente intrigados, ¿pero tan horrible era este ser? Yo os respondo, SÍ, lo era. Para empezar diré que existen 2 prototipos de alemana:

1. La "Claudia Schiffer", hermosa y esbelta, rubia de gran sonrisa y con una aureola que irradia belleza pura. Son como muñequitas hechas de porcelana. Cuando caminan, cada paso que dan marca el ritmo del universo. Y si tienes la fortuna de cruzar tu mirada con la suya, el tiempo se detiene y caes fulminado, quedando cada músculo de tu cuerpo paralizado durante breves instantes, hasta que recuperas de nuevo la consciencia y respiras profundamente para oxigenar tu cerebro.

2. La "alemana vikinga", más bruta que un arado sometido a Martempering, de una envergadura colosal, que impone absoluto respeto e incluso provoca temor al resto de viandantes. Cuando caminan, cada paso que dan es como Jurassic Park, destrozando el pavimento y las aceras. Si tienes la desgracia de cruzar tu mirada con la suya, tu cuerpo queda bloqueado del horror y el miedo, y caes muerto de forma instantánea. Dependiendo de su apetito, tu cadáver puede ser incluso devorado sin piedad.

Muy bien, como habréis deducido, La Delineante pertenece al grupo 2, pero al nivel Super Ôzaru Legendario. Su tamaño corporal era descomunal, tanto en altura como en anchura. Y su pelo rubio, pero de bote. Gracias a sus horribles raíces, se podía entrever que originariamente era de color marrón grisáceo (similar a los excrementos de perro). Sus uñas, o mejor dicho pezuñas, eran infinitamente largas, por supuesto postizas y de múltiples colores, ayudando a dar una imagen cutre y mugrienta de su persona. Su cara era rechoncha y muy similar a la de la princesa Fiona de Shrek 2, aunque mucho más horrenda y grotesca. Su complexión física, a medio camino entre oronda y fornida, idóneo para la lucha libre masculina o lanzamiento de cantos rodados. En fin, me compadezco de sus padres, que cuando la cagaron en el bosque tuvieron una difícil decisión.

Muchos de vosotros ahora estaréis pensando: "joder, cómo se pasa el tío con ella" o "seguro que no es para tanto" o incluso "yo, borracho, la diría que sí en una fiesta..." ¡¡¡INSENSATOS!!! ¡No sabéis lo que decís! Evidentemente, yo soy un ser humano, y sé valorar a las personas por lo que son y por sus virtudes, sean cuales sean las que tengan. Pero precisamente es por eso por la cual no la tengo ningún aprecio. Dejando aparte su monstruosa apariencia física, como persona es también un descalabro. Hablar con ella es tan sumamente irritante que yo he tirado la toalla, porque simplemente no tengo la suficiente fuerza de voluntad como para aguantar su imbecilidad.

En fin, el acto de presentación terminó, y la "cosa" se marchó. El tema se convirtió a partir de entonces en tabú. Nadie quería saber nada, era demasiado para nosotros. No queríamos amargarnos las vidas, simplemente disfrutar de las semanas que nos quedaban antes de que ella llegase. El día definitivo era el 20 de Julio, el día de su incorporación, y para nosotros "el día de la Bestia". Pero bueno, en breve la oficina recuperó la normalidad, todo marchaba estupendamente, las risas volvían a aflorar, el buen rollo circulaba entre las salas, y cada uno trabajaba duro pero con ganas. Sin embargo, en la sombra sobrevolaba la fatídica fecha, sin que ninguno de nosotros le prestara mucha atención. Y un día esa fecha llegó, dando comienzo a la era del caos...

Continuará...

Muy bien amigos míos, os puedo decir que me he tirado un rato escribiendo toda esta sarta de absurdeces, pero os aseguro que merecerá la pena. En el próximo post relataré más acerca de esta truculenta historia, y profundizaré en la psicología y el comportamiento de La Delineante. Sin embargo no os puedo decir cuándo lo haré, dado que a partir de mañana vendrán visitas a Múnich (¡¡¡yuhuuuuuuuu!!!) y estaré más que ocupado. Mañana llegan Julen y Manolo, y es probable que el viernes el número se incremente con Imanol, Aran y Jone (una amiga de Aran), convirtiendo mi humilde habitación en una trinchera de guerra. Sólo deseo salud, y no enfermar ante el panorama apocalíptico que se presenta. Me despido de ustedes con un cordial saludo. Servus.

Samstag, 8. August 2009

Mi gran amiga La Delineante (parte 1)

Hola malditos lamefarolas oxidadas. Hoy ha sido un día guay, me he levantado de buen humor y el tiempo ha acompañado (¡¡¡ha hecho solete!!!). Todo ha marchado estupendamente: he ido al consulado a hacer un par de papeleos, y ya os podéis imaginar, un chino en el consulado de España, la gente preguntándose, "¿estará perdido?", "¿qué coño hace aquí?", "¿me he equivocado yo de consulado? no, es imposible, ¡ahí hay un retrato de Juanca!". También me he dado un par de voltios por los parques, he leído un poco, he observado la fauna que me rodeaba... en fin, un simple día de relax, sin estrés ni preocupaciones. Y es por ello por el cual he elegido este momento para escribir acerca de la criatura más espantosa que haya existido jamás en la faz de la Tierra. Pero, ¿por qué hacerlo este momento de buenrollismo? Pues porque quiero hacer una descripción lo más objetiva posible, y eso me es imposible de lunes a viernes, que es cuando la tengo delante mía 8 horas diarias, y acabo hasta la punta del pene de ella y sus gilipolleces. Comencemos:

Todo comenzó allá por mediados de Mayo. Para aquel entonces apenas llevaba 2 ó 3 semanas en la empresa, y mi jefe me estaba hablando acerca de las nuevas incorporaciones que iban a realizar. Una de ellas por supuesto fui yo, después fue el nuevo vendedor (que entró 2 semanas después que yo y con el que me llevo estupendamente) y finalmente, según dijo mi jefe textualmente, iban a contratar "probablemente a una delineante". Marco énfasis en lo de UNA, dado que imagino que habían hecho ya satisfactoriamente la entrevista con ella, y estaban a la espera de hacer la segunda entrevista y ya proponerle el contrato. Yo por supuesto al escuchar lo de "una" me estaba frotando las manos, imaginándome a una hermosa alemana, de figura estilizada, rubia, de ojos claros, amplia sonrisa, desbordando simpatía y trayendo felicidad a todos los trabajadores del sexo masculino. Bueno, yo y mis compis de curro también. Incluso en ocasiones, durante las comidas, hacíamos conjeturas acerca de cómo sería ella... y también del gran placer que nos brindaría su agradable compañía.

El día de la segunda entrevista llegó. Yo estaba como siempre en mi despacho pegándome con el AutoCAD, y sonó el timbre de la puerta. La secretaría fue de inmediato a abrir sin que me diera tiempo a levantarme con la excusa. Así que escuché cómo La Delineante llegaba por la puerta, y se metía directamente a la sala de reuniones (dado que está pegado a la entrada) sin que pudiera verla.

En el ambiente se podía sentir cómo las hormonas estaban bailando samba. Mis compañeros y yo estábamos inquietos. La entrevista duraba y duraba, y parecía que no tenía fin. Los minutos se hicieron eternos, y nos mirábamos unos a otros con esa sonrisa cómplice de decir: "ya queda poco, hoy se desvelará el gran misterio".

De repente, la puerta se abrió, y se pudieron oír palabras de felicitación: La Delineante era ya parte de la plantilla y se incorporaría en Julio. Llegó el momento de mostrarle la oficina, y de presentarse en público ante el resto de los trabajadores. Y ahí es cuando entró por mi puerta, alcé la vista, y me llevé LA MAYOR DECEPCIÓN QUE JAMÁS HABÍA SENTIDO EN MI VIDA. Estaba completamente estupefacto, casi sin poder articular palabra. No sabía cómo suicidarme, si simplemente tirándome por la ventana, o clavándome los bolígrafos entre las costillas para perforar mis pulmones y morir ahogado. Me sentía tan triste, todas las ilusiones que habíamos depositado en este ultra-evento se habían ido al carajo. Estaba tan hundido que no pude ni girar la cabeza para ver la reacción del resto de los trabajadores. La vida definitivamente nos había dejado de sonreír.

Continuará...

Lo siento queridos amigos del Techno pero no sabía que el relato me iba a durar tanto tiempo. Tengo que salir pitando que me esperan unas cervezas brutales ahí fuera. Os prometo la continuación de la historia en breve, aunque ya no podré ser tan objetivo, y el relato se convertirá en un apocalipsis literario. Os deseo a todos una feliz noche. Servus.

Montag, 3. August 2009

La vida no es de color rosa, sino más bien de añil magentoso

Hola sucios comemierdas secas lectores de este lamentable blog. ¿Cómo van vuestras respectivas vidas? Imagino que como siempre, bien, mal, regular, currando, con el PFC, unos tocándose la minga, otros tocándosela a otro, otros dejándosela tocar... bueno, y ahora os preguntaréis, ¿y cómo le irá la vida a Ultra-Yan? o ¿qué hace estos días? o por ejemplo, ¿qué tiempo hace por ahí? y sobre todo, ¿cuándo comenzará la 6ª temporada de Lost? Pues bueno, lo de Lost ni puta idea, pero mi vida estos días dejémoslo en que va, y punto. Esta última semana ha sido un poco caótica y mi salud se ha resentido. Pero tranquilos, no tengo ningún tipo de SIDG maligno. Lo único que estoy bastante hecho mierda.

Para empezar, pues me están estrujando bien en el curro, y acabo destrozado. Además, uno de mis coleguitas ingeniero se ha ido 1 semana de vacaciones, lo que significa que toda su mierda me la descarga a mí (mu riko). Además, hace unas semanas llegó una nueva trabajadora a la empresa: LA DELINEANTE. Como resumen os diré que padece retraso mental de gravedad indescriptible y es una Uruk-Hai hembra (sí, son esos orcos digievolucionados del Señor Anilloso). Su historia merece una página entera, así que lo voy a reservar para la próxima entrada.

Bueno, aparte de currar como un bastardo hay que añadir la mudanza, la compra de muebles, no haber dormido mucho y alimentarme a base de caca pura de vaca. Todo esto generó un estrés brutal en mi cuerpo, que se concentró en mis cervicales, de modo que el sábado me levanté con el cuello completamente rígido. Sí amigos, caminaba por la calle en plan Robocop. Y el domingo, me salió una calentura en el labio del tamaño de mi testículo izquierdo, de modo que Robocop digievolucionó a Reiziger (sí, ese holandés que jugó en el Barcelona de la era Van Gaal). Y así de la nada surgió Roboreiziger, el antihéroe definitivo. Bueno, para aquellos que no os acordéis de este grandioso jugador, aquí va una fotillo:


Menos mal que conté con la ayuda de Tomás, el etsiiano más grande de la PETMSIIEMIIQ (es literalmente el más grande de todos los existentes), que posee medio de locomoción y pudimos cargar con la mayoría de las cosas, porque si no, Roboreiziger hubiera perdido la vida en el intento. Pero bueno, la verdad es que hoy me encuentro mejor, me he metido una ensalada brutal entre pecho y espalda, para que luche de forma encarnizada contra los efectos malignos de Roboreiziger, y por lo menos ha bajado a nivel Supersaiyajin 2, cuando ayer estaba a nivel Super Ôzaru Legendario.

Y nada, dentro de una semana me vienen a visitar el Manolísimo, el neno del Julen y el pepo del Imanol, una panda de ingenieros ex-combatientes de Berlín (en el caso de Imanol aún estos días en el frente), que vienen a practicar alemán, a hacer turismo responsable y a buscar tándems para ir a tomar té... resumiendo, creo que se acerca el Apocalipsis, ¡¡¡y espero estar al 100%!!! Ya comentaré en posteriores posts si sobrevivo o no.

Y de momento esto es todo, no se me ocurre nada más. Tengo multitud de historietas que contar, pero prefiero reservármelos para posteriores entradas, donde pueda explayarme de forma descomunal en los detalles y así haceros insufrible la lectura. Me despido de vosotros por hoy, servus.