Muy buenas a todos los bastardos muerde-almohadas adictos a este blog. Por fin, tras dos semanas sin conexión, vuelvo a la carga con millones de historias nuevas que contar. Para empezar, tengo que cagarme en la madre que parió a la puta compañía que nos suministra internet. Así porque sí, un día pinché en el icono del Firefox para mirar el correo, y en vez de salirme la página principal de Google (como tengo configurado) pues aparecía un mensaje de la compañía, que decía que había un error "x!~43&2hl-/@ºñä^+X" y la conexión estaba bloqueada. Pues nada, que te jodes y punto. Lamentable, en fin, mi opinión es que deberían meterlos a todos en la cárcel por chorizos, y que Mutombo les diese por el culo hasta desgarrarles violentamente el recto.
En estas dos semanas me han pasado muchas cosas. Para empezar, pues he de decir que aún me estoy recuperando de la torcedura de tobillo que sufrí allá por mediados de Junio en Madrid. Sí, iba muy contento por la calle y me tuve que caer por las escaleras del Metro, pero bueno, ya estoy mucho mejor, aunque aún no puedo correr ni saltar. Lo peor de todo esto es cuando ves como tu autobús/tren/metro/tranvía/hidroavión/hoovercraft se marcha delante de tus narices sin que puedas echar al menos una carrera para intentar cogerlo. Simplemente, intento andar más rápido pero, cuando estás a punto de llegar y se cierran las puertas en tu puta cara, te quedas como un absoluto imbécil. Y por supuesto te cagas infinitas veces en el conductor y en todo el transporte público.
Bueno, también he estado buscando piso, dado que me debía marchar el 1 de Agosto de mi actual casa. El asunto es que visité como 20 o 30 casas, todas sin éxito. Entre ellas mogollón de anécdotas, entrevistas surrealistas, gente gilipollas, tíos rarísimos, una entrevista que me equivoqué de día, otro que no me abrió la puerta... en fin, historias para no dormir. Pero finalmente encontré uno, sonando casi la campana, y me mudaré en un par de días. Ahora toca lo de comprar los muebles, dado que la habitación está vacía, y nada, un puto coñazo. Ya contaré más adelante qué tal en el nuevo piso.
En el curro mucho curro. Tanto, que acabo hasta los mismísimos huevos. Lo bueno de currar en Alemania es que, como en mi oficina nadie sabe un carajo de español, me puedo cagar en todo lo que se menea en voz alta y no pasa absolutamente nada. Aunque bueno, hay que vigilar un poco palabras tales como "puta", "cojones" o "coño" que curiosamente son las palabras que SÍ que entienden... da un poco para pensar mal ¿eh? Pero bueno, usando variantes como "zorra", "pelotas" o "rabo" se puede arreglar. Y es divertido porque puedes cantar canciones insultando a todo cristo, y queda como que estás tarareando una dulce melodía. Míticos hits veraniegos son "Voy a mear", "Que cagarro he plantao", "Me cago en tu vieja" o "Lámeme las pelotas". Todo esto, usando melodías alegres, queda siempre muy bonito.
Bueno, ya estoy machacao. Me duele el cuello de pasar tantas horas delante del ordenador. Os invito a leer mis próximas entradas, que ahora que ya tengo internet, podré escribir más a menudo. Venga, salu2 cordiales a to2. Servus.
En estas dos semanas me han pasado muchas cosas. Para empezar, pues he de decir que aún me estoy recuperando de la torcedura de tobillo que sufrí allá por mediados de Junio en Madrid. Sí, iba muy contento por la calle y me tuve que caer por las escaleras del Metro, pero bueno, ya estoy mucho mejor, aunque aún no puedo correr ni saltar. Lo peor de todo esto es cuando ves como tu autobús/tren/metro/tranvía/hidroavión/hoovercraft se marcha delante de tus narices sin que puedas echar al menos una carrera para intentar cogerlo. Simplemente, intento andar más rápido pero, cuando estás a punto de llegar y se cierran las puertas en tu puta cara, te quedas como un absoluto imbécil. Y por supuesto te cagas infinitas veces en el conductor y en todo el transporte público.
Bueno, también he estado buscando piso, dado que me debía marchar el 1 de Agosto de mi actual casa. El asunto es que visité como 20 o 30 casas, todas sin éxito. Entre ellas mogollón de anécdotas, entrevistas surrealistas, gente gilipollas, tíos rarísimos, una entrevista que me equivoqué de día, otro que no me abrió la puerta... en fin, historias para no dormir. Pero finalmente encontré uno, sonando casi la campana, y me mudaré en un par de días. Ahora toca lo de comprar los muebles, dado que la habitación está vacía, y nada, un puto coñazo. Ya contaré más adelante qué tal en el nuevo piso.
En el curro mucho curro. Tanto, que acabo hasta los mismísimos huevos. Lo bueno de currar en Alemania es que, como en mi oficina nadie sabe un carajo de español, me puedo cagar en todo lo que se menea en voz alta y no pasa absolutamente nada. Aunque bueno, hay que vigilar un poco palabras tales como "puta", "cojones" o "coño" que curiosamente son las palabras que SÍ que entienden... da un poco para pensar mal ¿eh? Pero bueno, usando variantes como "zorra", "pelotas" o "rabo" se puede arreglar. Y es divertido porque puedes cantar canciones insultando a todo cristo, y queda como que estás tarareando una dulce melodía. Míticos hits veraniegos son "Voy a mear", "Que cagarro he plantao", "Me cago en tu vieja" o "Lámeme las pelotas". Todo esto, usando melodías alegres, queda siempre muy bonito.
Bueno, ya estoy machacao. Me duele el cuello de pasar tantas horas delante del ordenador. Os invito a leer mis próximas entradas, que ahora que ya tengo internet, podré escribir más a menudo. Venga, salu2 cordiales a to2. Servus.