Samstag, 22. Januar 2011

Esto no es una despedida sino varias a la vez

Hola a todos aquellos que os mantenéis periódicamente informados de mi vida a través de mi blog. Hoy quiero daros una noticia importante: cambio de trabajo. Sí amigos, no más Uruk-Ñús, no más combates mortales, no más destrucción del planeta Tierra. La decisión está tomada y ya es definitiva. Mi marcha fue anunciada ayer oficialmente, causando un gran sobrevuelo en la oficina.

La verdad es que, a pesar de lo que pueda parecer, no me voy a causa de La Delineante. Todo el mundo que tenga dos dedos de frente se dará cuenta de que los relatos de este blog son simplemente fruto de una realidad virtualmente hiperexagerada. Es más que claro que este "ser" tiene un problema mental severo debido a una educación poco apropiada mezclado con una baja capacidad intelectual. Este cóctel explosivo crea evidentemente una persona chabacana, insegura y con tremendas dificultades sociales, de modo que simplemente hay que tratarle como tal, un enfermo mental, y no molestarse en hacerle entender las cosas mediante la razón. En fin, el ejemplo perfecto sería, si un perro se te pone tonto, ¿qué haces? Pues atarlo con una correa para que no moleste, ponerle un bozal, etc. Aplíquese el mismo símil a La Delineante.

Pasando a lo estrictamente profesional, el nuevo trabajo me da unas nuevas perspectivas laborales muy interesantes de cara al entorno internacional, algo que considero bastante importante en el actual mundo en el que vivimos. Entraría en un equipo joven y dinámico con trabajadores de todos los rincones del planeta. Y lo mejor de todo es que el Tomás y el Andrés serían también parte de este equipo, lo cual puede provocar muchos momentos de risas máximas en la oficina. De hecho fui recomendado al jefe directamente por ellos, agilizando de forma brutal mi incorporación a la nueva empresa.

La verdad es que estaba muy a gusto en mi actual trabajo y tomar la decisión de dejarlo me ha costado muchísimo. Había encontrado una estabilidad laboral en un entorno agradable y siempre se puede optar por lo cómodo, adoptar una actitud conservadora y conformarse con lo que ya se tiene. Sin embargo, estudiando los pros y los contras, he optado finalmente por darle al botón de reset y comenzar a de nuevo. El 1 de marzo entro en mi nueva empresa y estoy casi seguro de que ha sido la decisión correcta (y digo 'casi' porque 100% seguro nunca se puede estar).

Y es triste comenzar a despedirte de tus compañeros, sobre todo cuando te llevas de forma excelente con ellos y les ves más como amigos que como colegas de trabajo. Pero también es agradable ver que el afecto que les tienes es recíproco y saber que te marchas habiendo hecho bien el trabajo, que han sabido apreciar lo que has dado por la empresa y que dejas un magnífico recuerdo entre ellos. A todo esto solo tengo palabras de agradecimiento. A pesar de que cambie de empresa, estoy seguro de que seguiremos en contacto.

Y para rematar toda esta ola de despedidas, más despedidas aún: mi queridísima compañera de piso se marcha a mediados de febrero. La chica vino en Septiembre a Múnich para hacer una beca de 6 meses en una multinacional, y por aquel entonces aún no sabía qué iba a hacer al concluirla, de modo que todo estaba en el aire: se podía quedar para encontrar un trabajo, buscar algún máster, etc. Finalmente lo que encontró fue otra beca de 6 meses en la misma multinacional, pero esta vez en los EEUU. De modo que sintiéndolo en el alma, se marcha a surcar las américas.

Si ya estaba un poco machacado de tanta despedida pues ahora una despedida más. Así que no hay remedio, habrá que buscar una nueva compañera de piso que pueda reemplazar el vacío que va a dejar la actual. Y lo estoy haciendo con total desgana, con la sensación de que no encontraré a ninguna similar a ella. La huella que ha dejado en mí es tan grande, que ahora mismo creo que estaré triste durante el resto de mi vida. Confío en que el tiempo y la lógica se encarguen de poner todas las cosas en su sitio, porque ahora mismo en mi cabeza solo hay confusión, desasosiego y caos emocional.

Ahora mismo vivo sumergido en un inmenso mar de nostalgia y melancolía. Las cosas suceden y no tienen por qué ser buenas o malas. Sin embargo, de algún modo me siento angustiado mirando al futuro, sin saber exactamente la causa, el motivo o la razón. La lógica ha sido aplastada por la emoción, empañando mi mente y haciendo que las neuronas funcionen de forma defectuosa. Espero que en futuras entradas, Ultra-Yan vuelva a ser el de siempre: ese hombre de lengua ácida y mordaz capaz de realizar los mejores giros lingüísticos posibles hasta la fecha. Pero esto quizás requiera todavía algo de tiempo... saludos a todos. Servus.

Freitag, 14. Januar 2011

Orientales guays

Hola sucios bastardos lameflautas traveseras. Hoy meto mi primera entrada del año 2011 (sí, os deseo feliz año y todas esas cosas que se dicen...) con la novedad de que esta vez lo estoy escribiendo desde el curro. La verdad es que hoy no tengo nada que hacer, la oficina está medio vacía y me estoy tocando el oboe con los dedos de los pies. Así que nada, voy a utilizar este tiempo inútil para contentar a los fans lectores de este lamentable blog.

Pues nada, resulta que el otro día me fui a ingerir bebidas alcohólicas con el Sr. Nowel. Fuimos primero a un bar cualquiera de Madrid, nada especial, simplemente beber líquidos y charlar acerca de gilipolleces absurdas y demás, y tras este ritual de avituallamiento nos dispusimos a entrar en un local (cuyo nombre ya no me acuerdo) donde se encontraban unas amigas de mi compinche.

Bueno, sinceramente todo lo que he escrito en los párrafos anteriores es en realidad mierda pura de caimán boliviano porque no tiene nada que ver con lo que realmente quiero contar pero bueno, como intro mola. El asunto está en que llegado un punto de la noche, alguien conocía a alguien que conocía otro alguien, el cual nos presentó a alguien cuyo primo conocía a otro alguien que nos dejaba pasar a la planta de arriba, supuestamente la planta V.I.P. Y digo supuestamente, porque a mí me parecía igual que la planta de abajo, solo que con gente más subnormal y gilipollas. Así que bueno, entramos en la 'zona VIP' e inmediatamente dos chavales saltaron de entre la multitud, me cogieron, se hicieron una auto-foto conmigo y salieron pitando. La verdad es que lo que se me pasó en ese momento por la cabeza fue meterles inmediatamente un par de hostias con la mano abierta, pero el flash de la cámara reventó mis pupilas y estuve durante unos minutos de viaje astral psicodélico.

Tras recuperar la vista se acercó una de las amigas de mi compinche y, viendo mi cara de aturdimiento-sorpresa, me dijo: "es que creo que los chavales piensan que eres Jan". Yo, completamente consternado, respondí: "pues NO, no soy Jan, sino Ultra-Yan, Rey del Cosmos, ¡¡¡arrodíllate ahora mismo!!!". La chica, un poco confundida me dijo de nuevo: "nono, me refiero a Jan, el de Física o Química, ¿no le conoces?". Y yo: "¿El qué?". Vamos, que no tenía ni puta idea, así que la chica me empezó a contar un poco la historia.

Resulta que durante mi ausencia en España en estos últimos años se comenzó a emitir una serie juvenil estilo Al Salir de Clase (serie donde los protagonistas eran tontos y repetían eternamente el C.O.U) llamado Física o Química (véase imagen abajo).


En esta serie uno de los protagonistas es un auténtico y genuino chinorris que se hace llamar Jan (ojo, con J y no con Y, es decir, imitación baratérrima). Ésto despertó enormemente mi curiosidad, de modo que me puse a investigar un poco el mundo chinorris-oriental televisivo actual, en busca de pseudo-ultra-yanes de segunda categoría que intentaban emular al único e inimitable Ultra-Yan, rey de las 7 galaxias de Piscis y presidente honorífico de la CIRAR.

Tras una profunda e intensérrima documentación he encontrado a dos personajillos que aparecen actualmente de forma bastante periódica en el panorama televisivo nacional: uno es el chinorris del que os he hablado que sale en la serie esta para adolescentes menstruando, y otro es un español de sangre surcoreana bastante molón:

1. Andrés Cheung Chan

Como podéis comprobar, este chaval se llama Andrés y, como todo español, tiene dos apellidos que, si los pronuncias muy rápido, puede incluso sonar muy divertido. Según la info que Google ha podido proporcionarme el tipo debe ser de ascendencia china y parido en Madrid durante 1992, es decir, que actualmente debe rondar los 18 ó 19 años. Aquí una foto suya de su época en la serie Física o Química.


Como podéis comprobar, el coleguita tiene cara de pringadete-amanerao (mezcla niño-colleja con gaylord-redomao). Su capacidad para interpretar deja un poco que desear y, habiendo visionado algunos cachos de la serie en youtube, creo que cuando abre el hocico tiene acento chungo tanto cuando habla chino como cuando habla español. Acojonante, no sé si es porque en la serie le dijeron que hablara gangoso o son prejuicios míos (qué cosas), ni idea. Pero bueno, somos tolerantes ante todo y no pasa nada, mientras sea un buen chico, se comporte como una persona educada y no dé por culo a nadie no pasa absolutamente nada... hasta que navegas un poco más por el Google y te encuentras con fotos del mismo chaval (dos años más tarde) del estilo como el que a continuación os muestro.


Si tenéis el valor de pinchar sobre la imagen y verlo en tamaño original, podréis apreciar la debacle que ha sufrido este ser: En una mano el pitillo de turno (que seguro que se enciende y no fuma, sino que deja que se consuma con el tiempo), camiseta del todo-a-cien remangado por supuesto (así es muy malote) y pelo Elvis-Vicente de pseudo-moderno. Además, para ser un kinki de verdad no se puede sonreír, sino que hay que poner cara de empanao. Y si os fijáis, en su antebrazo derecho tiene un tatuaje con símbolos griegos donde se entrevé la palabra 'Andrés' (su supuesto nombre). Lo más seguro es que cuando un griego autóctono vea el tatoo del amigo se dé cuenta de que está mal escrito, no significa nada o simplemente de despolle vivo.

Mis reflexiones son, ya que el chaval es de ascendencia china, pues coño, si quieres imprimirte algo en la piel pues tatúate tu nombre en chino que es lo que mola de verdad, y además te aseguras de que lo que te has tatuado está correctamente escrito. Aparte, el pobre está en los huesos y no sé qué intenta aparentar. Es un "quiero pero no puedo" como el que quiere molar demasiado y se queda al final a medio camino y hace el grandioso ridículo. Un auténtico mascachapas, realmente decepcionante. Estoy indignadérrimo con este chaval.

2. Alberto Jo Lee

Este tío ya es más serio. Se llama Alberto y también tiene dos apellidos que, si los pronuncias muy rápido, puede sonar a una actriz hollywoodiense bueneznérrima muy repetabl... digo... muy respetable. A continuación una fotillo.


He de decir que al tío este no se le debería denominar chinorris porque en realidad es de ascendencia surcoreana (es más guay). Nació en Barcelona en 1979, así que el tío ya ronda los 30 y pico. Igual hasta es capaz de hablar catalán (más guay aún) y, además, es campeón de no se qué pollas de Taekwondo, es decir, que de una hostia podrías alcanzar una velocidad tan extrema que te permitiría viajar en el tiempo hasta la Edad Mesozoica. Le he visto actuando y no lo hace tan mal, tampoco es que sea un Robert de Niro pero bueno oye, ¡¡¡seguro que Robert de Niro no sabe lanzar patadas voladoras!!! Y éste sí que habla español sin acento, comprobado. Conclusión, es un tío muy guay, casi rozando las características de Ultra-Yan pero siempre careciendo de los superpoderes de éste. Pero va por el buen camino.

Ya hablando un poco de su carrera profesional (ya sé que os importa una mierda) pues decir que se hizo famoso gracias a la película Tapas de José Corbacho, en la que interpreta a un cocinero chino que trabaja en una taberna, sabe Kung-Fu y hace unas tortillas de muerte (esta peli por cierto me la vi hace poco y está entretenida). Antes de esto el tío presentaba una mini-sección de mini-reportajes en el programa Redes de La 2 cuyo presentador principal no es más que el magnífico Eduard Punset, maestro de las artes celulares madre. También aparecía de vez en cuando en algún programilla presentando algo (ya los nombres ni me acuerdo) y por último fue co-protagonista de una serie llamada Pelotas que echaron en la TV pero duró tres cafés porque era una puta mierda. El tío hacía de futbolista surcoreano que había venido a España a triunfar en plan Oliver y Benji pero vamos, una chusta. Tampoco estoy muy enterado de esto porque a mí me pilló por aquel entonces en Mordor.

Pues ya está, joder estoy destrozado. He dedicado el día entero a escribir esta puta mierda de entrada, que espero hayáis aborrecido. Por cierto, si os cruzáis con Andrés Cheung Chan por la calle no le pidáis autógrafos que es un malote y los malotes no firman nada. Venga, ale criaturas id en paz con Dios. Servus.

PD: A Linchin al final le corté las rastas y ahora tiene unos trasquilones del copón.