Mittwoch, 30. September 2009

Entrada paréntesis del relato "Mi gran amiga La Delineante"

Hola a todos sucios comebolsas biodegradables. ¿Cómo estáis todos? Supongo que cagándoos en mis muelas por no haber escrito desde hace mmmm... ¡joder, más de 3 semanas! Sí, son muchas semanas lo sé, y la cantidad de cosas que me han pasado también. Han sido tantas que me es imposible contar todas así que no contaré nada de nada para que os retorzáis de la curiosidad... es broma chavales, allá vamos con un breve resumen.

Bueno, en primer lugar estuve en España, un lugar lleno de sol y cubatas frías. Básicamente todo se ha basado en eso, así que ya os podéis imaginar: muerte y destrucción. Asistí a una boda estupenda y luego mi viaje a Almería estuvo genialmente bien, con esas playas del Cabo de Gata cuyos nombres ya ni me acuerdo (han sido muchas cervezas desde entonces). Y Granada más de lo mismo, aunque lamentablemente he de decir que no visité mucho la ciudad, dado que una descomunal resaca me lo impidió (siento autoasco). Manolo y Pablo (¡¡¡Cooooopón!!!) os debo una gran fiesta.

Y es entonces cuando las vacaciones se acabaron y volví para Múnich con gran aflicción y lleno de nostalgia: NO playa, NO cubatas, NO calor... pero SÍ BIRRA. Y me la enganché enorme una noche. Fue tan enorme que estuve un día entero postrado en la cama, pero bueno, fue sólamente una noche. El cuerpo se recupera con 19 horas de tocada de pelotas, simple y sencillo. Pero de repente, comenzó el Oktober Fest. Me habían contado algo acerca de ello, pero tampoco me llamaba brutalmente la atención. Simplemente quería asistir, ver cómo era eso, beberme un par de jarrazas y pegarme una "fiestita". Pero las cosas (como ya sabréis) nunca ocurren como lo planeo. Una fatídica noche de Lunes, el gran Tomás y su compi maligno Johann me animaron a ir con ellos a esta "festividad cervecívica". No les costó mucho convencerme, acepté acompañarles muy gustosamente.

La verdad es que tampoco iba muy motivado. Quería tomarme mi cervecita y para casita. ¡Qué gran mentira! Cuando llegué a ese infierno de mujeres lascivas y borrachos empedernidos no quería irme de allí. Y cuando se acabó la fiesta de ese día yo deseaba volver lo más pronto posible. Sin embargo al día siguiente me desperté con las Cagaleras de la Muerte, de modo que fui prudente y decidí guardar reposo... durante un breve periodo, porque a los dos días mi impaciencia pudo conmigo y volví de nuevo a pegarme la mega juerga. Consecuencia: Las Cagaleras de la Muerte se convirtieron en Las Cagaleras de la Hiper-Mega-Muerte. Pero llegué a un estado que me la soplaba completamente, sólo quería ir allí y punto. Es tal el fiestón que hay que no se puede explicar, es simplemente indescriptible, algo completamente descomunal, tremendamente fuera de lo normal, inconmensurable, inhumano, rozando lo dantesco, convirtiendo al ser humano a un auténtico despojo.

Y dicho esto llegó mi visita: El Tralla y el Nakas, alias Georgias y Richal, dispuestos a dejarse la piel en el combate. Y eso mismo hicieron, y demasiado bien. De hecho casi acabaron con mi vida. Ya tenía demasiados días de Oktober Fest en el cuerpo y un par de días más y mi corazón simplemente se pararía y dejaría de bombear sangre. Ya no es una cuestión de resacas gordas (que ya se da por hecho) sino que es ya todo mezclado con una mala alimentación, un gasto ciclópeo de energía en fiesta y muy escaso descanso. En mi caso, a todo lo descrito anteriormente se le debe añadir también el factor "ir al curro" convirtiendo todo en la GRAN MUERTE. Gracias a Dios hoy se han marchado estos vándalos, pero cuando miro hacia atrás veo el sendero de destrucción que han dejado y me estremezco de pensarlo. La próxima "fiestita" será cuando vuelva de visita a Madrid malditos notarinos, y entonces estaré YO de vacaciones.

Y en cuanto al curro me han comunicado una noticia estremecedora: Si ya teníamos suficiente con UNA Delineante, resulta que mañana viene OTRA más... y creo que es un auténtico ORCO DE MORDOR. Esta historia se está torciendo demasiado y el relato de La Delineante está cada vez más interesante, ¿qué pasará en el futuro? ¿Dominarán los Uruk-Ñú el planeta entero? ¿Se aliarán ambas Delineantes para formar el Mega-Zord de los Orcos para combatir a Ultra-Yan? ¿O tal vez combatirán entre ellas para ver quién de las 2 es la más temible y monstruosa? Buff, cuántos interrogantes. En la próxima entrada se desvelarán: Mi gran amiga La Delineante (parte 7). Servus.

PD: Aún me estoy recuperando de Las Cagaleras de la Hiper-Mega-Ultra-Awesome-Requete-Muerte.

Dienstag, 8. September 2009

Mi gran amiga La Delineante (parte 6)

Hola malditos tragafluidos lactosos. Hoy me siento un hombre nuevo, porque he sobrevivido. Ha sido una lucha sin cuartel, donde el tiempo no existía, el ambiente era completamente hostil y el enemigo estaba sumamente entrenado. Pero, ¿a qué ha sobrevivido Ultra-Yan? ¿qué aventura ha estado a punto de costarle la vida? Os lo cuento ahora mismo: ¡¡¡HE SOBREVIVIDO A LA CEREMONIA DE ENTREGA DE DIPLOMAS DE MI ESCUELA!!!

Resulta que, con motivo de una boda familiar, me pedí unas vacaciones para volver a Madrid e increíblemente, el Sr. Don Chiripa, Mr. Potra y la Sra. Coña se pusieron de acuerdo para situar esta "ceremonia de graduación" justo 1 día antes del enlace nupcial de modo que, ante tanta casualidad, pensé que estaba destinado a asistir, dado que el dios del colorido sonrosado de la aurora, también llamado Tlahuixcalpantecuhtli, lo había escrito durante la 14ª Era Travertina en las tablas sacro-mágicas de Tenochtitlan. Esto, unido al gran entusiasmo que había generado en mi madre, me obligaron finalmente a acudir al evento.

Bien, pensé "bueno tío, tampoco es para tanto, tú vas, coges tu cartulina y tu pin y a casa". Y sí, efectivamente, cogí mi cartulina y el pin de la PETMSIIEMIIQ (que concede +2 de fuerza y +5 de habilidad en lanzamiento de botellas en los combates patronales de Pozuelo), pero el destino me la había jugado otra vez. Caí en la trampa, y no había vuelta atrás. Me comí LOS DISCURSOS MÁS SOPORÍFEROS QUE JAMÁS HABÍA SENTIDO EN MI VIDA. Bueno, yo y mis padres, que estuvieron al borde del colapso mental. Si no os lo creéis preguntad a Carmen que, al igual que yo, la engañaron también para acudir a recibir el pin. La verdad es que podían patentar estos discursos como terapia para combatir el insomnio porque, sinceramente, son increíblemente efectivos. En un futuro las madres no cantarán nanas a sus hijos antes de dormir, sino que leerán un discurso de entrega de diplomas y antes de la 3ª línea el bebé estará ya roncando.

Os voy a hacer un resumen del discurso: "Bienvenidos a todos a esta ceremon... piiiiiiiiiiiiiii (3 horas más tarde) piiiiiiiiiiiiiiii... y en este momento doy por finalizado el acto". Como habréis podido observar, no tuve la suficiente energía como para escuchar enteramente lo que decían (claro, porque aún no me habían dado el pin de +2 de fuerza), y para mí era todo lo mismo, un sinsentido total donde palabras tales como apoyo al alumno, ayuda del profesorado y calidad docente eran constantemente mencionados pero que, sinceramente, a día de hoy aún desconozco. Pero bueno, estoy contento, porque he obtenido el pin del poder de Grayskull (sí, ése es, el de He-Man), que me ayudará en los combates mortales contra La Delineante, el ser más terrorífico de los últimos tiempos. Y enganchando ambas historias de esta forma tan sutil, podemos proseguir contando este truculento relato, que nos tiene a todos en vilo:

No era posible hacer entrar a la Uruk-Ñú en razón. Mis argumentos eran demasiado complejos para tan minúsculo cerebro y no podían ser procesados. Además, el Uruk-Ñuíno era una lengua demasiado primitiva, y no había desarrollado léxico nada más que para la comunicación de necesidades básicas tales como hambre, pis, sed, caca, etc. Por ello, me era muy difícil expresar exactamente lo que quería decir de verdad, explicando constantemente los conceptos que quería exponer mediante símiles con excrementos de animales, árboles y meado de orco.

Y el momento llegó, el instante donde La Delineante me soltó la GRAN FRASE, demostrando tener una inteligencia superior a los de su especie, pero por supuesto inferior aún al de las hormigas bicéfalas (especie defectuosa de hormiga, fruto del cortejo entre la hormiga común y un chinche). Muy bien, damas y caballeros, no os haré esperar más y diré que esa increíble (y a la vez fatídica) frase fue: "pues lo haces tú".

"Joder, tampoco es para tanto" diréis muchos de vosotros. La verdad es que tenéis razón, así escrito fríamente en el blog, no suena tan violento. Pero en realidad, lo que de verdad multiplicó el tamaño de mis pelotas por 1 millón NO fue lo que dijo, sino CÓMO lo dijo. Esa breve frase salió de sus fauces con una pedantería tan brutal, que me dieron ganas no de escupirle, sino de echarle un auténtico gargajo de viscosidad superior a 15000 poises (por supuesto previa aspiración de fosas nasales), de esos que expulsas por las mañanas después de levantarte de la cama, y que va corroyendo la cerámica del lavabo según se desliza hacia el sumidero. Sin embargo, como persona civilizada que soy, me contuve y simplemente la miré con la mayor cara de asco que era capaz de poner en esos momentos. Y me volví, y fui hacia mi asiento, por supuesto dedicándole antes unas preciosas palabras en castellano que decían: "que puto engendro que eres hija mía".

Aquella semana no interaccionamos mucho. En ocasiones ella parecía querer decirme algo, pero yo siempre le respondía en un cordial castellano: "que te jodan puta gorda". Y con el paso de los días me las arreglé yo solito para trabajar con los archivos defectuosos que me pasaban de La Delineante. Era asombroso, porque podía decir que ella era como la reina Midas, solo que, en vez de en oro, convertía en mierda todo lo que tocaba. Pero bueno, la técnica era sencilla: a todo lo que me enviaba, yo presionaba el boton "delete" y mandaba a tomar por culo su ineficiente, inútil e improductivo trabajo. Era una opcion bastante drástica pero no había elección, trabajar con mierda nunca fue mi afición (¡¡¡tooooma pareado que me he marcado!!!).

Poco tiempo hizo falta para que la oficina entera se diese cuenta de los mágicos poderes de la Reina Midas. Los proyectos que ella comenzaba, terminaban curiosamente siempre en mis manos, porque simplemente el resto de ingenieros no tenían suficiente estómago para digerir la porquería que generaba. Asimismo el resto de mis compañeros comenzaron a evitar a La Delineante, dándome cuenta entonces de que mi opinión era también general. Su poca atención en los detalles (que creo que es la cualidad más importante que debería tener cualquier delineante), unido a su poca lógica mental y sus fallos ortográficos garrafales (tan garrafales que era capaz hasta YO de darme cuenta), reflejaban su escaso nivel cultural. Sin embargo su forma de hablar era sumamente pedante y repipi, siendo incluso su actitud en numerosas ocasiones arrogante y vanidosa. Por esa razón, era imposible debatir con ella acerca de los proyectos, dado que su brutal prepotencia unida a su escasísima inteligencia la convertían en una persona difícil de tratar.

Estuve varios días reflexionando acerca de la Uruk-Ñú: ¿Cómo podía ser que una criatura tan horrorosa y desgraciada físicamente fuese a la vez tan sumamente desagradable e irritante como persona? ¿Quién podría aguantar a semejante feto andante? ¿Tendría amigos/as? ¿Serían sus amigos/as tan repugnantes como ella? ¿Cómo sería su familia? y un largo etc. de preguntas que caían en un pozo sin fondo. Veía en ella al auténtico anti-canon de persona, porque tenía todos absolutamente todos los defectos que se podían encontrar: fea, tonta, grosera, tosca y antipática. Estaba alucinando, era un auténtico descubrimiento para la ciencia. Y de repente, como un flashazo mental, me di cuenta de la razón por la que mi empresa había cogido a la Uruk-Ñú...

Continuará...

Muy bien, parece que el desenlace de esta historia se va ya vislumbrando allá en el horizonte. No sé cuántas partes más quedarán aún: 1, 3, 4... quién sabe, pero desde luego que muchas más no. Os encomiendo a estar atentos a la próxima entrada, que no sé cuándo escribiré, dado que mañana tengo la boda, ¡¡¡y pasado me voy a la playa!!! (Pablo y Manolo, preparaos este fin de semana). Bueno, y a mitad de relato me han casi-confirmado el Tralla y el Naka (alias Richal y Georgias) su asistencia al mundialmente famoso Oktober Fest celebrado anualmente en Múnich y que este año comienza en menos de 2 semanas, ¡sed bienvenidos! Y dicho esto, me despido de todos ustedes con un cordial saludo. Servus.

Donnerstag, 3. September 2009

Mi gran amiga La Delineante (parte 5)

Hola malditos zampanardos viejunos. Estaréis sorprendidos de verme tan pronto escribiendo de nuevo. No sé, hoy me sentía con ganas de meter una entrada nueva, porque me siento guay, molo mucho y me encuentro de buen humor. El asunto está en que pasado mañana vuelo de vacaciones para Madrid, y voy a quebrantar caderas mis queridos contertulianos. Aunque aquí también haya hecho buen tiempo durante algunos días, no se puede comparar con España, donde la irradiación solar es casi hasta un 40% mayor que en Alemania (calculado de forma totalmente ingenieril por mi programa de instalaciones fotovoltaicas del curro). Por tanto, voy a ver si me frío un poco la mollera bajo el solete.

Hoy también he visto a la persona antagónica a La Delineante, es decir, a la mujer más bella del planeta Tierra. Sí, lo digo en serio, yo estaba en la cola del Supermercado esperando con mis 2 melocotones en la mano (sí, eran 2 melocotones y no mis cojones), cuando de repente me percaté de que a mi izquierda se hallaba una auténtica obra de arte del sexo femenino. Era una joven de unos 24 años, aproximadamente 1'68 m de estatura, cabello dorado, ojos claros y masa corporal idónea. Yo me quedé absolutamente prendado ante tal monumento. Estaba estupefacto, no podía creer que pudiese existir algo tan bonito. Era la mayor concentración de belleza en un cuerpo femenino que jamás había presenciado en mi vida. Estaba extasiado, había una transferencia brutal (banda ancha a 1500 Mbps) de hermosura hacia mis ojos. Mi cerebro no podía procesarlo, fue tan súbito que no estaba aún del todo preparado, de modo que me empezaron a dar convulsiones. A todo esto, la jovenzuela captó a través de las moléculas del aire las vibraciones que estaba creando mi cuerpo, se giró lentamente y, a pesar de que lo estaba viendo venir, me hizo la mayor cazada del siglo. Sin embargo, mantuve la mirada durante unos 3 segundos, percatándome de que sus ojos no transmitían animadversión, sino más bien plenitud y paz. Lamentablemente la cola de su caja iba infinitamente más rápido, y se marchó a los pocos instantes. Queridos amigos, estas son las pequeñas alegrías que te da la vida, y hay que saber disfrutarlas para vivir en armonía con el cosmos (¡¡¡tooooma frase que me he marcado!!!).

Bueno, después de esta pirada de pinza, volvamos a lo que estábais esperando con ansia: la quinta parte de La Delineante. He de decir que estoy flipando de forma inhumana ante el gran furor que está causando este relato. Ha sobrepasado con creces a la historia de Mi gran amigo Eric (publicada hace un año en mi espacio del MSN) cuyo éxito fue también tremendo. El contador de visitas está subiendo como la espuma, y no dudaré en exprimir todo el jugo que me pueda dar esta crónica, alargandola infinitamente hasta que aborrezcáis mi blog. Prosigamos pues:

Muy bien, debía comenzar una comunicación con La Delineante. Para empezar, había que ponerse a aprender su lengua. Afortunadamente, encontré en youtube un par de cursos online, así que me puse a verlos. Dado que es un lenguaje primitivo basado en gruñidos y sonidos laringo-faríngeas, tras 37 minutos de visionado de material, logré mi objetivo: ya sabía Uruk-Ñuíno.

Me levanté y me acerqué hacia ella de forma serena y tranquila, dado que no quería que se agitara y su pantalón reventase creando un holocausto mundial. Cuando estaba ya a su altura, me detuve y comencé diciendo (por supuesto en lenguaje Uruk-Ñú): "Oye, esto está mal, ¿qué (hostias) has hecho aquí?". Ella, con cara de sorprendida, me soltó una ristra de mierda brutal que, resumiendo, decía algo así como: "he configurado el AutoCAD a modo Delineante, porque (en mi curso de mierda para inútiles como yo) nos lo han enseñado así y estoy acostumbrado a dibujar así". Me estaba tocando los cojones, pero no quería morir, de modo que en modo amable la dije: "Y por qué no dibujas como nosotros (como las personas normales vamos)". A lo que ella respondió algo alterada: "Como yo dibujo está bien, porque lo he estudiado en mi curso y bla bla bla, croak, croak, roar, kikiriki, oink, muuuu, oink (ristra de mierda sin sentido)". Lo mejor de todo es que se jactaba de conocer 19 tipos de sistemas CAD (SolidCAD, MierdaCAD, PollasCAD, TuputamadreCAD, etc.) que claro, para un Homo Neanderthalensis como ella debía ser una hazaña brutal pero, para nosotros los Homo Sapiens, pues como que me la sudaba de forma salvaje.

Y bueno, tras varios intentos fallidos intentando razonar con ella, me dí cuenta de que, mientras yo usaba argumentos sensatos y lógicos, ella se aferraba a su (puto) curso de Delineante, donde las cosas se rigen por leyes inalterables e inamovibles. Simplemente el 'ente' estaba demostrando su ínfima capacidad intelectual para defender sus propias ideas y, por supuesto, inflándome las pelotas de forma bestial. De hecho, tuve que controlar mi furia, dado que mis pelotas se estaban hinchando tanto que el saco escrotal no iba a aguantar la tensión sometida sobre él pudiendo estallar de forma violentérrima originando una catástrofe 25 veces superior al que provocaría la explosión del pantalón de La Delineante. Pero hubo un hecho que marcó un antes y un después, la gota que colmó el vaso, una frase de esta criatura infernal que terminó con mi paciencia, y en ese momento el planeta tenía los días contados...

Continuará...

Joder chavales, es tardérrimo y mañana debo currar. Siento la brevedad del relato, pero el tiempo no ha dado más de sí. Debo irme a la cama Ipso Facto. Espero poder escribir de nuevo pronto en el blog, ¡aunque estaré danzando por los Madriles! Buenas noches. Servus.