Mittwoch, 28. April 2010

MGALD: The Revenge of the Uruk-Ñú (parte 6)

Hola a todos los malditos pelafalos vetustos lectores de este putrefacto e infecto blog. Hoy vuelvo a la carga con la interminable historia de MGALD que dejé colgado allá por febrero. Muchas novedades han acontecido desde entonces poniendo el relato muy pero que muy interesante. Preparad vuestros sentidos, porque ya se puede otear el desenlace desde el horizonte, pudiendo éste romper vuestros esquemas mentales provocando en vuestro cerebro una explosión múltiple de neuronas. No me enrollaré más, pasemos ya a la acción con MGALD: The Revenge of the Uruk-Ñú (parte 6):

Haciendo un 'remember' de lo que se comentó en la anterior parte de MGALD, recordemos que había algo por encima de todas las cosas que no podía soportar y que me impedía acercarme a menos de 10 m de MD (La Mega-Delineante). Muy bien, tras mucha espera he de decir que ese 'algo' no era más que su FÉTIDO e INSALUBRE aliento. Era realmente apestoso, repugnante, un hedor insoportable que te tiraba hacia atrás, un violento puñetazo en toda la napia que te quemaba completamente la pituitaria y anulaba durante minutos tu sentido del olfato. Era realmente peligroso. Una exposición de sólamente 2 minutos al hálito destructor de MD podía infectar tus pulmones de toxinas, creando un estado pseudoasmático terriblemente violento y provocando la explosión de los alvéolos pulmonares.

Es por ello por el cual intentaba siempre mantener una distancia de seguridad con respecto a MD. Sin embargo, la enorme masa que componía su cuerpo generaba un campo gravitatorio a su alrededor de inmenso poder, siguiendo la 'ley de gravitación universal' expuesta por el Sr. Isaac Newton. Tuve que entrenar duramente en una cápsula de gravedad (del mismo proveedor donde lo adquirió Son Goku antes de llegar al planeta Namek) para poder contrarestar esa fuerza maligna que nos rodeaba.


Bueno, he intentado buscar una imagen de la cápsula donde entrenaba Goku antes de llegar a Namek, pero al final he encontrado esto, lo cual me ha dejado con la duda de: ¿quién ganaría en un combate cuerpo a cuerpo? ¿Son Goku o Superman? Y si ambos se compenetrasen para luchar mano a mano contra las Uruk-Ñús, ¿quién vencería? Os dejo que lo meditéis y escribáis vuestra opinión en los comentarios.

Así que volviendo con el tema de MD, su hálito era simplemente destructor. Su pasión por el tabaco y la bollería industrial generaban una auténtica peste bucal que salía de sus fauces con una agresividad fuera de lo común. MD era una fumadora compulsiva, no podía parar. Cada media hora necesitaba bajar al portal a meterse su dosis de nicotina. Y, aunque nuestra oficina se situaba en la primera planta, ella esperaba al ascensor. Simplemente no podía con el trabajo que requería subir 8 escaleras. Todo el sebo concentrado que rodeaba su orondo cuerpo le impedía moverse con libertad.

En cada viaje que se pegaba para salir a fumarse un pitillo sus pulmones se colapsaban. Cuando volvía, se podía escuchar ya desde la lejanía su profunda respiración, y cuando llegaba y encajaba su enorme pandero en la silla, estaba siempre completamente sofocada. Era algo terrible. Cada vez que tosía hacía un ruido infernal, equiparable al sonido de un trueno pero mucho más asqueroso, y se podían escuchar cómo las densérrimas flemas se despegaban violentamente de sus conductos respiratorios para posteriormente ser tragados y digeridos. Absolutamente vomitivo y repugnante.

Yo intentaba trabajar lo menos posible con MD. Los múltiples fallos que cometía, su falta de atención, su espantosa imagen y el terrible hedor que salía de su hocico hacían preferible no interactuar con ella. Y así comencé paulatinamente a desviar todo lo que venía de MD hacia los demás compañeros de curro. Yo no quería saber nada, simplemente era una técnica de evasión de mierda.

Y de este modo mis compañeros de curro comenzaron también a contaminarse del virus urukñuíno. Se dieron cuenta también del gran asco que era trabajar con MD. Era como una pesadilla, nadie quería saber nada. Nos pasábamos la pelota unos a otros, sin saber qué hacer con ella. Era como una guerra de mierda. El objetivo era esquivar la mayor cantidad de zurullos posible, y todo era válido, no había reglas. Nos lanzábamos la mierda a diestro y siniestro, y varias veces no podías esquivarlo y te la comías entera con patatas.

Pero un día, mi compa de curro acabó realmente hasta el pene. Debía entregar unos planos a unos instaladores en el montaje de un proyecto. Y claro, eran una cantidad nada despreciable de planos en los cuales debían quedar completamente definidas los componentes y su posicionamiento. Muy bien, ahí es cuando MD se lució. Si ya sólamente hacer bien un plano era misión imposible para ella, hacer 50 del tirón era definitivamente una locura. Yo por supuesto me alejé lo máximo posible de cualquier responsabilidad que pudiera tener con dicho proyecto. Pero podía ver en la cara de mi compa la auténtica desesperación elevada a la máxima potencia. Realmente era algo digno de elogiar, porque demostró tener una paciencia infinita, cosa que yo no hubiera podido conseguir. Los planos eran repetidos una y otra vez, sin que hubiera mejora alguna. Era algo sorprendente, porque cosas que estaban bien al principio en el siguiente plano aparecían mal, de modo que era como un círculo vicioso de errores: la corrección de unos fallos generaba otros. Yo lo estaba realmente flipando. Pero yo no quería saber nada, ya había aprendido la lección así que aquel día terminé lo mío y me fui a casa, estando mi compa aún tirándose de los pelos.

Al día siguiente volví como siempre a la oficina y me encontré con mi compa de nuevo, al cual pregunté simplemente: ¿hasta qué hora estuviste? El tiempo se detuvo durante unos instantes y un silencio sepulcral inundó la sala. Sus ojos comenzaron a inyectarse en sangre y un halo de ira comenzó a emanar de su cuerpo. No necesité saber más, con una mirada intenté compadecerme de él. Sin embargo, cuando me iba a retirar a mi puesto unas breves palabras salieron de su boca. Esas fatídicas palabras fueron: "ya he hablado con el jefe"...

Continuará...

¡¡¡Madre mía qué interesante se está poniendo el relato!!! Esto ya huele a desenlace, ¿qué ocurrirá en la siguiente entrada? ¿Será el final de la 2ª temporada? ¿O quizás haya alguna entrada más? Muy pronto lo sabréis. Estad atentos, porque esto aún no ha terminado... Servus.

Sonntag, 25. April 2010

El veinticincoavo simposio anual de energía solar fotovoltaica (parte 3)

Hola malditos lameostras peludas. Hoy, tras un mes sin escribir, vuelvo al blog para plasmar mis asquerosas ideas en forma de frases absurdas concatenadas de forma totalmente aleatoria. Cada día me da más pereza escribir en este rincón de mierda, así que no os extrañe que un día lo mande todo al carajo y me ponga a plantar tomates en alguna dehesa malaya en los alrededores de Kuala Lumpur. Así que dicho todo esto, terminemos con la maldita historia de El veinticincoavo simposio anual de energía solar fotovoltaica:

Según dije ya en la anterior entrada, la gente intentaba contener su ansía y se autocohibían para intentar no dar la nota. Pero la cerveza comenzaba a ejercer sus efectos malignos sobre las mentes calenturientas de estos freaks de la fotovoltaica. Así que bueno, dado que la fiesta estaba siendo un poco triste y los efectos del alcohol comenzaban a nublar mi mente, decidimos mi compa y yo salir un rato a tomar un poco de aire fresco. Y así hicimos, por supuesto con jarra de birra en la mano intentando aparentar seriedad y profesionalidad.

Pasados un par de decenas de minutos decidimos entrar de nuevo a la sala de fiestas para mezclarnos con la multitud y seguir mirando a las damas calienta-pitos. Sin embargo cuando cruzamos el arco de la puerta nos quedamos completamente flipados: definitivamente la peña se había desatado. Esas mismas personas a las que por la mañana vimos presentando sus importantérrimos estudios a nivel mundial, osease, eminencias, celebridades o reputados personajes del mundo de la fotovoltaica, estaban dando el 140% sobre la pista de baile. Sus cuerpos se movían de forma completamente asíncrona y descoordinada, pareciendo aquello un espectáculo de títeres manejados por enfermos de Parkinson. Podía perfectamente haber sacado mi cámara de fotos y joderle la carrera al presidente de cualquier multinacional, pero no lo hice, porque simplemente pensé: ¡¡¡VAMOS YA!!!

Así que de un salto nos incorporamos a la muchedumbre dándolo todo para no dejar a nuestra empresa en ridículo. Sacamos lo mejor de nosotros mismos para demostrar a la gente quiénes eran los verdaderos 'meister' del lugar. Entre el repertorio de bailes que nos marcamos se encontraban el Baile del Hombre Orgulloso, el Baile de "me estoy quemando en las llamas del infiermo", la Culebra Sexy y por supuesto El Baile de Andrés. Nosotros mandábamos en la fiesta, éramos los reyes del mambo.

De repente, en una de las canciones que tocaban las muchachas, comenzó a sonar un saxofón que me llamó la atención (¡¡¡toma pareado!!!). Era una melodía armoniosa, con ritmo trepidante pero a la vez tranquilizador, un sonido celestial que chocaba contra tus tímpanos provocando vibraciones divinas que transmitían una sensación de bienestar suprema que recorría cada milímetro de tu cuerpo. Giré la cabeza hacia el escenario y estaba más que claro amigos que ese sonido angelical sólo podía provenir de la saxofonista más perfecta que jamás había visto en el planeta Tierra.

Era cierto que todas estaban bastante tremendérrimas, pero la saxofonista era sin duda la que marcaba el punto máximo de vitrinosidad. Miré a mi compañero de curro y no había duda, él también había sucumbido ante tanta armonía melódica mezclada con belleza visual a banda ancha. En fin, que los dos estábamos flipando en colores, con un pedal infernal y atónitos ante lo que teníamos ante nuestros ojos. A continuación una foto de la moza en cuestión.


Como podréis observar la foto está un poco movida debido a las convulsiones que me provocaba el estar tan cerca de esta diva celeste caída directamente del olimpo de los dioses. También he de hacer una mención especial a la baterista (a la cual se aprecia a la izquierda de la foto) que tenía también su encanto. Y si después de ver la foto os mantenéis aún en un estado de indiferencia plena significará que sois del planeta Gaylord.

Tras unos minutos de éxtasis mental absoluto recuperé la conciencia y me incorporé de nuevo a la realidad. Sin embargo mi compa de curro estaba flotando en una nube de alcohol y no conseguía volver a la Tierra: había entrado definitivamente en un estado místico donde los sonidos y las imágenes comenzaban a fusionarse creando pseudosensaciones intergalácticas que llevaban a una fase de gozo y plenitud insuperable en ese momento. Y dado que no estaba haciendo daño a nadie sino que simplemente estaba disfrutando de la fiesta como todo ser humano, pues le dejé que se autodeleitara en el estado metafísico en el que se encontraba.

Y así pasaron unas cuantas decenas de minutos, moviendo el esqueleto, escuchando a las señoritas cantar, observando sus movimientos sobre el escenario... todo marchaba como la seda, hasta que miré a mi derecha y me encontré a mi compa en modo 'offline' total. Definitivamente se le habían acabado las pilas y estaba en un estado crítico. Había que actuar rápido, su vida estaba en mis manos. Yo por supuesto deseaba quedarme más tiempo con las damas, pero mi compa requería ayuda urgente. Y ahí es cuando se demostró que Ultra-Yan es un tío legal, una persona en la que se puede confiar, un amigo de verdad, un verdadero colega: cargué con mi compa hacia el coche y puse rumbo al hotel. Pero antes de salir de la sala giré la cabeza para admirar por última vez a la saxofonista. Sabía que no iba a haber una próxima vez, dado que estaba tan buena que lo más probable es que no sobreviviera a aquella noche (había demasiados paji-psycho-freaks en el lugar que probablemente la raptarían y harían cosas nocturnas con ella). Hija mía, no sé tu nombre ni nunca lo sabré, pero para mí serás siempre la mejor saxofonista de todos los tiempos. Adiós muchachita, ha sido un verdadero placer haberte visto. Buenas noches a todos, Servus.

Fin

PD: ¡¡¡En un par de días vuelve MGALD!!!