Hola malditos sobaescrotos arrugados. Hoy vuelvo a la carga para comenzar la 2ª (y ansiada) temporada de Mi Gran Amiga la Delineante. Como habréis visto, me he unido a la moda de usar siglas para todo: WTF, OMG, QVMT, PETMSIIEMIIQ, VW ó ZP (Zapatero o zampapollas según cómo se mire). De ahí MGALD: Mis Grandes Amigas las Delineantes, plural porque, según recordaréis, ya no es UNA sino DOS los engendros que tenemos en la oficina. Para refrescaros la memoria voy a hacer un breve resumen de lo que aconteció en el último capítulo de la 1ª temporada:
Previously on MGALD...
...De repente un día el jefe entró a nuestro despacho y simplemente nos soltó: "mañana viene una nueva delineante y va a instalarse en este despacho"... Esta vez no lo dudé un instante: La nueva delineante iba a ser otro engendro, estaba segurísimo... De todas formas intenté pensar en positivo: al fin y al cabo, era imposible que llegase alguien más repugnante que La Delineante... Entré como siempre directo a mi despacho y cuando crucé el arco de mi puerta mi visión fue perturbada a mi derecha por algo de dimensiones jamás imaginables... Y me giré ya sabiendo que lo que me esperaba no era una Uruk-Ñú normal sino algo más destructivo y poderoso... La imagen que traspasó mi retina estuvo a punto de provocar el estallido de los globos oculares... Era una Uruk-Ñú digievolucionada en los laboratorios clandestinos de Sauron, modificada genéticamente creando una nueva especie más voraz y destructiva, ideada para el combate a campo abierto y a priori indestructible: era La MEGA-DELINEANTE.
Y la 2ª temporada comienza ahora:
Me quedé durante un momento paralizado. Aquella criatura era inmensa. Estaba sentada en su asiento, delante de un portátil que parecía minúsculo en comparación con su cuerpo. No lograba imaginar el descomunal esfuerzo de compresión al que estaban sometidas las patas de la silla. El suelo de alrededor se estaba hundiendo del gigantesco peso de la Uruk-Ñú. Podía escuchar cómo las vigas del edificio estaban crujiendo, cualquier movimiento en falso podría desencadenar el derrumbe de la planta entera. Es por ello por el cual decidí ser cauto: me acerqué a una distancia prudencial (unos 5 m) y alcé la mano a modo de saludo. La criatura entonces se percató de mi presencia e intentó devolverme el saludo. Digo "intentó" porque en el breve espacio de tiempo que tardó en girar su cuello para mirarme, volé a la velocidad de la luz hacia el baño a echar el vómito más pestilente y nauseabundo que jamás haya existido en la faz de la Tierra. Su figura era algo tan horrendo que nadie en el mundo hubiera sido capaz de aguantar más de 8 picosegundos delante de este ser. Es horror puro, que va entrando por tus ojos y va destruyéndote por dentro, provocándote sensaciones de brutal asco y repulsión hasta el punto de que sientes que tu sangre se va contaminando de heces.
Ahora estaréis deseosos de saber cómo era este engendro luciferino, a lo cual yo os digo, es simplemente fuera de lo normal. Su complexión física podría decir que es esférica, es decir, es como una especie de balón gigante relleno de sebo hiperconcentrado del cual crecen unas cortas y diminutas extremidades. El perímetro de su cuerpo es inabarcable. Se requeriría una expedición de 90 días para dar la vuelta sobre su figura. Si alguien tuviese el inmenso valor de abrazarla, necesitaría hacer una cadena humana con la población entera del planeta para lograrlo. Su cuerpo posee tanta masa que si hubiese alguna posibilidad de lanzarla al espacio (digo hubiese porque impulsar todo ese peso requeriría un cohete aeroespacial brutal que consumiría tanto combustible que agotaría todas las reservas de petróleo de la Tierra) sería capaz de orbitar alrededor del sol como un planeta más. Además, guarda un cierto parecido físico con el actor estadounidense John Goodman, pudiendo ser incluso hasta su hermana obesa, y eso que John Goodman tampoco se queda corto (Véase imagen abajo).
Aquel día no abrí la boca. Estaba demasiado estupefacto como para decir algo coherente. Simplemente hacía conjeturas sin sentido, como por ejemplo, ¿cuántos años habían tardado los de la fábrica textil en confeccionar los pantalones de La Mega-Delineante? ¿Cuántos metros de tela habrían gastado? ¿Cuántas generaciones de familias habrían trabajado en ello? Y es que sus pantalones eran tan gigantes que para lavarlos imagino que los pasaría por los túneles de lavado de coches, que además incorporan el secado.
Y de repente la puerta se abrió y llegó a la oficina el otro engendro infernal: La Delineante. Cuando cruzó el arco de la puerta inmediatamente se percató de la presencia de La Mega-Delineante. Ambos cruzaron sus miradas y se investigaron mutuamente, como los perros cuando se huelen el culo. Sabían que ambos pertenecían a la misma raza de seres primitivos y abominables, sin embargo el ambiente estaba crispado: había una cierta desconfianza mutua. Pero yo sabía que había algo innato que las unía emocionalmente: su amor por las grasas saturadas. El futuro era incierto y no deparaba nada bueno...
Previously on MGALD...
...De repente un día el jefe entró a nuestro despacho y simplemente nos soltó: "mañana viene una nueva delineante y va a instalarse en este despacho"... Esta vez no lo dudé un instante: La nueva delineante iba a ser otro engendro, estaba segurísimo... De todas formas intenté pensar en positivo: al fin y al cabo, era imposible que llegase alguien más repugnante que La Delineante... Entré como siempre directo a mi despacho y cuando crucé el arco de mi puerta mi visión fue perturbada a mi derecha por algo de dimensiones jamás imaginables... Y me giré ya sabiendo que lo que me esperaba no era una Uruk-Ñú normal sino algo más destructivo y poderoso... La imagen que traspasó mi retina estuvo a punto de provocar el estallido de los globos oculares... Era una Uruk-Ñú digievolucionada en los laboratorios clandestinos de Sauron, modificada genéticamente creando una nueva especie más voraz y destructiva, ideada para el combate a campo abierto y a priori indestructible: era La MEGA-DELINEANTE.
Y la 2ª temporada comienza ahora:
Me quedé durante un momento paralizado. Aquella criatura era inmensa. Estaba sentada en su asiento, delante de un portátil que parecía minúsculo en comparación con su cuerpo. No lograba imaginar el descomunal esfuerzo de compresión al que estaban sometidas las patas de la silla. El suelo de alrededor se estaba hundiendo del gigantesco peso de la Uruk-Ñú. Podía escuchar cómo las vigas del edificio estaban crujiendo, cualquier movimiento en falso podría desencadenar el derrumbe de la planta entera. Es por ello por el cual decidí ser cauto: me acerqué a una distancia prudencial (unos 5 m) y alcé la mano a modo de saludo. La criatura entonces se percató de mi presencia e intentó devolverme el saludo. Digo "intentó" porque en el breve espacio de tiempo que tardó en girar su cuello para mirarme, volé a la velocidad de la luz hacia el baño a echar el vómito más pestilente y nauseabundo que jamás haya existido en la faz de la Tierra. Su figura era algo tan horrendo que nadie en el mundo hubiera sido capaz de aguantar más de 8 picosegundos delante de este ser. Es horror puro, que va entrando por tus ojos y va destruyéndote por dentro, provocándote sensaciones de brutal asco y repulsión hasta el punto de que sientes que tu sangre se va contaminando de heces.
Ahora estaréis deseosos de saber cómo era este engendro luciferino, a lo cual yo os digo, es simplemente fuera de lo normal. Su complexión física podría decir que es esférica, es decir, es como una especie de balón gigante relleno de sebo hiperconcentrado del cual crecen unas cortas y diminutas extremidades. El perímetro de su cuerpo es inabarcable. Se requeriría una expedición de 90 días para dar la vuelta sobre su figura. Si alguien tuviese el inmenso valor de abrazarla, necesitaría hacer una cadena humana con la población entera del planeta para lograrlo. Su cuerpo posee tanta masa que si hubiese alguna posibilidad de lanzarla al espacio (digo hubiese porque impulsar todo ese peso requeriría un cohete aeroespacial brutal que consumiría tanto combustible que agotaría todas las reservas de petróleo de la Tierra) sería capaz de orbitar alrededor del sol como un planeta más. Además, guarda un cierto parecido físico con el actor estadounidense John Goodman, pudiendo ser incluso hasta su hermana obesa, y eso que John Goodman tampoco se queda corto (Véase imagen abajo).
Aquel día no abrí la boca. Estaba demasiado estupefacto como para decir algo coherente. Simplemente hacía conjeturas sin sentido, como por ejemplo, ¿cuántos años habían tardado los de la fábrica textil en confeccionar los pantalones de La Mega-Delineante? ¿Cuántos metros de tela habrían gastado? ¿Cuántas generaciones de familias habrían trabajado en ello? Y es que sus pantalones eran tan gigantes que para lavarlos imagino que los pasaría por los túneles de lavado de coches, que además incorporan el secado.
Y de repente la puerta se abrió y llegó a la oficina el otro engendro infernal: La Delineante. Cuando cruzó el arco de la puerta inmediatamente se percató de la presencia de La Mega-Delineante. Ambos cruzaron sus miradas y se investigaron mutuamente, como los perros cuando se huelen el culo. Sabían que ambos pertenecían a la misma raza de seres primitivos y abominables, sin embargo el ambiente estaba crispado: había una cierta desconfianza mutua. Pero yo sabía que había algo innato que las unía emocionalmente: su amor por las grasas saturadas. El futuro era incierto y no deparaba nada bueno...
Continuará...
Joder tengo el cuello destrozado. Espero continuar esta historia pronto, aunque no prometo nada. Mañana me largo con mi jefe a la Alemania profunda a visitar un par de proyectos y estaré unos días ausente. Así que dicho esto me despido de todos ustedes por hoy. Servus.
Joder tengo el cuello destrozado. Espero continuar esta historia pronto, aunque no prometo nada. Mañana me largo con mi jefe a la Alemania profunda a visitar un par de proyectos y estaré unos días ausente. Así que dicho esto me despido de todos ustedes por hoy. Servus.